ALTADIS es uno de los grandes proyectos del mandato de Juan Ignacio Zoido, que se atribuye ya el mérito de haber logrado un acuerdo para dar uso al edificio de la Tabacalera. Vacío desde hace una década y en una ubicación privilegiada, junto al río, es un equipamiento que se necesita en el barrio de Los Remedios. El primer paso era alcanzar un acuerdo con el propietario y, una vez cerrado, poco o nada se ha avanzado en los trámites para hacer realidad el proyecto de convertir el inmueble en un complejo de ocio, con usos sociales compartidos.

Exactamente fue a mediados de abril cuando el alcalde se reunió en San Telmo con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, para ponerle en conocimiento de los planes acordados con la empresa Altadis -tras casi tres años de conversaciones- y pedir la colaboración necesaria del Gobierno andaluz, el encargado de autorizar un cambio en el planeamiento urbanístico que es imprescindible. Y hubo sintonía. Zoido celebró el acercamiento y Díaz advirtió que se haría el cambio dentro de la más absoluta legalidad, a lo que el alcalde le respondió que el convenio no tenía letra pequeña, ni humo como veían los socialistas, y que la era de los pelotazos se acabó.

Bien. ¿Y qué ha pasado desde entonces? En cinco meses el Ayuntamiento aún no ha logrado elevar al Pleno para su aprobación el documento. Tras algún traspiés en la tramitación -dos al menos-, todo apunta a que lo hará en la próxima sesión. Y que, a pesar de que se han rechazado todas las alegaciones ciudadanas presentadas al proyecto, no habrá inconveniente legal para seguir adelante con un proyecto que Zoido considera muy importante para la ciudad. Ahora bien, todavía quedarán flecos por resolver y que, en este caso, no están en el tejado de la Junta de Andalucía. Son meras cuestiones formales y el propio secretario municipal, que ya ha emitido un informe a petición de la oposición, no cree que supongan un obstáculo legal que impida la aprobación definitiva del convenio en el Pleno, pero que habrá que resolver a lo largo del trámite.

Por ejemplo, hay que sacar adelante la titularidad de los terrenos. Es cuando menos curioso -aunque no excepcional- que Altadis siga sin tener el título de propiedad sobre los terrenos, una condición necesaria para validar el acuerdo. La inscripción que figura en el registro está a nombre de Tabacalera SA y no de Altadis SAU, como debería ser. Y algo más, los suelos incluidos en el citado documento incluyen algunos que son de propiedad municipal, una zona verde, una traba a solventar también, aunque, según el secretario, podrá hacerse más adelante, cuando se tramiten los instrumentos urbanísticos adecuados. Y es que aún falta que la Junta de Andalucía autorice el cambio del PGOU, lo que será un capítulo posterior.

¿Hay humo como apuntó en su día el PSOE? No, hay detalles por cerrar. Y eso es labor municipal. De hecho, este acuerdo no tiene que elevarse a la Junta, sí la solicitud de cambio del planeamiento. El Gobierno andaluz dirá si el proyecto se puede ajustar a la legalidad, no si es más o menos oportuno el reparto que se hace de las cargas y beneficios, que es lo que debe estipular dicho acuerdo con Altadis. Y todavía está por ver.

En definitiva, llama la atención que un proyecto calificado como prioritario por el gobierno municipal esté todavía por definir. Y que el alcalde apostara por tramitar el tema de Altadis "lo antes posible, cumpliendo la ley y con transparencia" y que cinco meses después esté todo pendiente de flecos burocráticos. El proyecto es suficientemente atractivo como para enredarse de nuevo en estrategias de confrontación. El ciudadano no lo entendería y, probablemente, Altadis tampoco.

La política. Ganemos, una marca blanca de Izquierda Unida

El fenómeno Ganemos se expande por las capitales de provincia, fomentando alianzas entre el 15-M y la izquierda. Ganemos no es Podemos y buena prueba de ello es el pacto, aún por confirmar, que se está fraguando en Sevilla capital. Esta semana el portavoz municipal de IU, José Manuel García, difundió públicamente la propuesta que someterán en las próximas semanas a votación en las asambleas para que sea la militancia quien decida si concurren o no con la citada plataforma a las elecciones municipales de 2015. Es cierto que en Ganemos hay algunas caras que podrían estar más cercanas al PSOE, pero, no en vano, son notorios los guiños y manos tendidas que los de IU están lanzando en los últimos días para limar diferencias. ¿Es Ganemos la marca blanca de IU? Probablemente. El escenario se complica y, de momento, el PSOE de la capital concentrará su carrera hacia la Alcaldía en rescatar los apoyos necesarios para poder gobernar en solitario, sin necesidad de alianzas. Y, según esperan en el partido, sin tener que suturar heridas internas que cuestionen el liderazgo de Juan Espadas. No obstante, el 19 de octubre habrá primarias en todas las localidades mayores de 20.000 habitantes.

La noticia. Las cuentas saneadas     del Ayuntamiento  

El gobierno de Zoido ha celebrado esta semana una de las mejores noticias del mandato. Probablemente se trate de su mayor éxito: el saneamiento de las cuentas municipales que, además, fue uno de los principales retos marcados en 2011. Bien hecho y enhorabuena para la concejal Asunción Fley, un gran acierto en el equipo de Zoido, una técnico en el lugar apropiado. Lo que ocurre es que este tipo de logros son difíciles de vender para la ciudadanía y no todos los sevillanos alcanzan a comprender cómo les beneficia a ellos, a su bolsillo, la cancelación del plan de ajuste. Hay mucho incrédulo. 

El cambio. Algo empieza a moverse en Emvisesa

Quienes viven en bloques de protección oficial dan fe de ello. Algo ha empezado a cambiar en Emvisesa y en la adjudicación de viviendas vacías, que en la capital son muchas. Otra buena noticia. ¿Es que la economía ha mejorado? ¿Es que es más fácil conseguir hoy créditos hipotecarios? ¿O es que se acerca el final del mandato y hay que ponerse las pilas? Sólo en junio se firmaron (o reservaron) 24 contratos de venta y 44 de alquiler. 

La visita. Las 'setas' de Sevilla, el Metropol de Jürgen Mayer

Jürgen Mayer ha vuelto esta semana a Sevilla, donde todavía hay quien se resiste a valorar su obra, el Metropol-Parasol de la Encarnación. En esta ocasión estuvo en el Espacio Lugadero, una galería de la calle Correduría donde se expone hasta finales de octubre su muestra Retrato robot. El prestigioso arquitecto alemán, conocedor de la polémica, se congratuló de que, tres años después de inaugurarse su proyecto, los sevillanos llamen a su obra las setas, un nombre que nada tiene que ver con su concepción, porque quieren decir que la han hecho suya. Y, pasada la tormenta, se atrevió a decir que le gustaría hacer algo más en Sevilla, en el río, ese caudal de oportunidades al que miran todos los políticos. Va bien orientado, sí, pero no están las arcas para más derroche. Ni tampoco para más polémicas.