El Ayuntamiento hace de la necesidad virtud. Al no encontrar una empresa privada interesada en explotar el edificio del Costurero de la Reina, ha optado por trasladar los servicios centrales de atención al turista a este edificio, con la apuesta añadida de asignar a este inmueble la oferta más innovadora en la materia. La sede de mayor antigüedad de las que tiene a su cargo la Delegación de Turismo será, precisamente, la que disponga de los equipos más avanzados. Los planes del Ayuntamiento es que el Costurero entre en funcionamiento con las nuevas prestaciones a mitad de octubre. Se trata de convertir el Costurero en un punto de excelencia e innovación turística, lo que consiste en ofrecer servicios de formación a empresas del sector para ayudar a la incorporación de nuevas tecnologías, servicios de consultoría de marketing digital para pequeñas y medianas empresas turísticas, ciclos y jornadas formativas, en general, y, sobre todo, un demostrador tecnológico turístico. El Costurero abrirá muchas más horas para prestar las funciones de vivero de iniciativas turísticas y ofrecerá servicios estadísticos y productos para su comercialización. En la actualidad, la segunda planta está infrautilizada y el horario de atención al público de la planta baja es limitado.

La red de puntos de información turística de la ciudad con seis de titularidad pública y cinco de titularidad privada. Entre los públicos figuran el Costurero, la oficina de la nueva comisaría del Patio de Banderas, el Castillo de San Jorge, el centro de cerámica de Triana, la Plaza del Triunfo, punto compartido con la Diputación; y el aeropuerto de San Pablo y la estación de Santa Justa, puntos compartidos con la Junta de Andalucía.

Hay cinco puntos de información de titularidad privada: Avenida de la Constitución (Sightseeing), Basílica de la Macarena, El Corte Inglés, Santa Justa y el centro comercial Plaza de Armas.

Turismo ha decidido apostar por el Costurero de la Reina en el tramo final del mandato después de tres intentos fallidos por encontrar una empresa interesada en hacerse cargo de la explotación turística del edificio. El tercer concurso quedó desierto recientemente. El gobierno local buscaba una empresa que se hiciera cargo de este inmueble como punto de venta de artículos turísticos y de atención al visitante, dejando abierta la posibilidad de un mínimo uso hostelero en la planta baja para hacer más atrativa la oferta. Pero las fuertes restricciones que se imponen para su uso, al objeto de preservar sus valores históricos y artísticos, han ahuyentado a las sociedades que se habían interesado por hacerse con el inmueble.

En el primer concurso se estableció un canon anual de 46.000 euros y en el segundo se rebajó a alrededor de los 25.000, casi un 45% menos respecto al precio inicial; pero ni con ese recorte se consiguió captar el interés de alguna sociedad. El Consorcio de Turismo, que ha mantenido el canon rebajado de los 25.000 euros en el tercer y último concurso, ofrecía incluso la posibilidad de que en la planta baja y en el pequeño jardín del edificio hubiera una cafetería, una posibilidad que debía combinarse con fines eminentemente turísticos, entre los que destacaban en el pliego las tareas de asesoramiento al visitante, la venta de recuerdos de la ciudad, la potenciación de la ruta de la Sevilla del 29, el wifi que haga posible una descarga rápida de los programas específicos para turistas y hasta un denominado demostrador turístico, basado en tecnologías de gestión empresarial.

Todas estas funciones serán asumidas directamente por el Ayuntamiento al no prosperar los intentos de concesión privada. El Ayuntamiento recibió a principios del mandato muestras de interés de algunas empresas privadas en hacerse con el edificio por la vía de la negociación directa, instrumento por el que el tope es de 25.000 euros. Pero no cuajó. Se optó finalmente por un tercer concurso, pese a que se había descartado esta solución.

Que ni una empresa haya siquiera participado en los concursos de licitación del Costurero de la Reina ha sorprendido en el Ayuntamiento, pues se considera un edificio muy atractivo.