En las últimas semanas ha surgido cierta polémica sobre el ruido en el tramo urbano de la SE-30, la conocida como Ronda Urbana Norte. Los vecinos de las barriadas aledañas a esta autovía de circunvalación se han quejado en numerosas ocasiones del exceso de ruido que soportan en sus viviendas, debido a que la carretera que pasa junto a sus bloques es la más transitada de Sevilla, con casi más de 70.000 vehículos al día.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, se reunió con los vecinos afectados y denunció la inacción del Ayuntamiento de Sevilla en este asunto. Espadas instó al alcalde, Juan Ignacio Zoido, a que cumpliera con las medidas antirruido que prometió. El Consistorio respondió ese mismo día que recientemente se ha cambiado el pavimento por uno menos sonoro, algo que los vecinos llevan solicitando desde el año 2005.

Especialistas en tráfico consultados por este periódico aseguran que para reducir el ruido con garantías se precisa de algunas medidas más, como la colocación de unas pantallas antirruido, similares a las que hay en la misma SE-30 a la altura de Santa Clara. No es la solución más estética, pero sí la más eficaz, entienden los expertos.

Esta medida podría ir acompañada de la colocación de radares para reducir la velocidad a la que los coches circulan por el subterráneo bajo la glorieta que da acceso a Pino Montano. Actualmente se pueden instalar radares móviles o alternos, colocando cada día el dispositivo en un punto de este tramo, de manera que los conductores se vean obligados a circular a 50 kilómetros por hora -la velocidad máxima permitida en el casco urbano y este tramo es considerado parte del mismo- durante todo el trazado de la SE-30 que está regulado mediante semáforos.

Una medida de este tipo, aunque impopular en un año electoral como el que entra, tendría un efecto similar al de las cámaras instaladas en el puente del V Centenario, que han reducido enormemente la siniestralidad en este tramo de la ronda de circunvalación.

El Ayuntamiento ya instaló hace unas semanas señales avisando de que había un radar en la ronda urbana norte, pero en realidad no llegó a instalar el dispositivo y sólo avisaba de la medida buscando únicamente el efecto disuasorio.