La orden de usar el uniforme de invierno desde el pasado lunes ha generado una cierta polémica en el seno de la Policía Local. Los agentes han solicitado una moratoria de esta instrucción, dado el intenso calor que está haciendo estos días en Sevilla, pero el intendente mayor Gabriel Nevado se ha negado tajantemente a aplazarla.

El uniforme de invierno consiste en un polo de manga larga en vez del de manga corta, mientras que el pantalón es el mismo. También consta de un chaleco térmico y de un chaquetón, prendas de cuyo uso de momento están dispensados. La manga larga sí es ya obligatoria. El polo es de poliéster y de color azul oscuro para toda la plantilla, salvo para la unidad de Motoristas, que conserva el amarillo. En el caso de que algún agente que no sea de esta unidad tenga que regular el tráfico, se tendría que poner un peto amarillo.

Este mismo miércoles podían verse policías con mangas largas a pesar de que los termómetros marcaban temperaturas veraniegas. A las seis de la tarde, hora de la fotografía, todavía hacía 35 grados. Algunas unidades trataron de desobedecer la orden, pero fueron amenazadas con un expediente.

El secretario de Organización del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla, Santiago Raposo, pidió que se imponga el sentido común y se aplace la orden. "Es absurdo que los policías tengan que estar en la calle con mangas largas. Nunca hasta ahora hubo problemas". El Sppme ha informado del problema al delegado de Seguridad, Juan Bueno, y al director general del área, José Antonio de la Rosa.