Jornadas técnicas · Testimonios de solidaridad

Las ONG reclaman una puerta única para gestionar las ayudas

  • Los expertos debaten la coyuntura actual en el campo de la acción social en un encuentro organizado por 'Diario de Sevilla'. Las atenciones se disparan, pero también los recursos captados.

Una puerta única para canalizar y coordinar las ayudas y atenciones que prestan las ONG y los colectivos sociales. Esta idea de presentar los recursos en red fue la principal reclamación que se puede extraer de la jornada técnica Testimonios de Solidaridad organizada por el Grupo Joly y Diario de Sevilla y celebradas en el Hotel Meliá Colón. Las tres mesas redondas que se celebraron reunieron a representantes de los principales colectivos sociales que presentaron sus principales líneas de actuación. En la primera de ellas, Análisis de la solidaridad en Andalucía, participaron Anselmo Ruiz, director de Cáritas Regional Andalucía; Nazareth Mateos, responsable de Cooperación y Emergencias de Unicef Comité Andalucía; y Sonia Díaz, responsable del departamento de Campañas y Ciudadanía de Oxfam-Intermón. Juan Parejo, periodista de Diario de Sevilla, fue el moderador. A continuación se celebró la mesa El compromiso social y económico de las Hermandades y Cofradías de Sevilla, de la que formaron parte Marcelino Manzano, delegado diocesano de Hermandades; Carlos Bourrellier, presidente del Consejo; e Ignacio Valduérteles, director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme, teniente de hermano mayor y presidente de la comisión de caridad de la Soledad de San Lorenzo. Ejerció como moderador Carlos Colón, miembro del consejo editorial del Grupo Joly y profesor de la Universidad de Sevilla. La jornada se cerró con el encuentro Comedores sociales: el reflejo de una crisis para todos, en el que participaron Juan Pedro Álvarez, presidente de la Asociación Banco de Alimentos de Andalucía; el hermano José Miguel Valdés, director del comedor de San Juan de Dios; Gonzalo Rosillo-Daóiz, delegado de la Orden de Malta en Andalucía, impulsora del comedor de San Juan de Acre; y Sor Isabel Rodríguez, superiora del comedor de San Vicente de Paúl-Hijas de la Caridad. Ejerció como moderador Carlos Navarro, periodista de Diario de Sevilla. La Junta de Andalucía estuvo representada por Ana María Rey, secretaria general de Políticas Sociales, que introdujo la jornada; y el Ayuntamiento de Sevilla por María Dolores de Pablo-Blanco, delegada de Familia, Asuntos Sociales y Zonas de Especial Actuación, presente en la clausura. Ambas estuvieron acompañadas por Tomás Valiente, director general del Grupo Joly.

La solidaridad fue analizada en el ámbito andaluz, en una mesa redonda con representantes de las principales ONG. Nazareth Mateos, de Unicef, consideró que no es "fácil" ni es posible dar una respuesta "contundente" a la pregunta de si los andaluces son solidarios, ya que la solidaridad como concepto es difícil de medir en términos absolutos. Un estudio revela que una de cada diez personas en España es socia de una ONG. También informa que las donacionesestán por debajo de la media europea: 20 por debajo de 60. En cambio, con motivo de las catástrofes en Haití y Filipinas, las aportaciones de los españoles han sido de las más altas de la población mundial. Como conclusión, aseveró que el trabajo de Unicef no sería posible sin la solidaridad que les demuestran día a día particulares e instituciones. Sonia Díaz, de Oxfam Intermón, recalcó que la mitad de los ingresos mundiales está controlado por un 1% de la humanidad. Y sentenció: "España es el segundo país mas desigual de Europa". Alertó de la bajada en las aportaciones públicas: "Hemos pasado en las contribuciones de la Administración del 0,7% al 0,17%. Hemos caído en niveles irrisorios de ayuda". Anselmo Ruiz, director de Cáritas en Andalucía, alertó de que "la luz y el agua son artículos de lujo para muchas familias". Celebró que los bancos ya acceden a renegociar la situación de muchas personas sin recursos para pagar la hipoteca. Cáritas ha registrado un aumento de voluntarios con la crisis, de 8.000 a 12.000. Y dejó un mensaje optimista: "Existe buena gente a pesar de las noticias que traen los periódicos. Hay gente buena que considera que la vida tiene sentido cuando se da a los demás". Y advirtió: "La pobreza y la exclusión no nacen con la crisis. Ya eran propios del modelo económico. Hay personas que nunca habían pensado en acudir a Cáritas, de vida normalizada y que han caído en la pobreza". Apuntó a la solución: "Hay que apostar por la economía social, es el reto, mostrar que se puede hacer una economía en la que la persona sea lo importante". 

La labor caritativa de las hermandades fue tratada en la segunda mesa redonda. El delegado diocesano, Marcelino Manzano, defendió el término "caridad", frente a otros: "Está imbuido del Espíritu Santo". El sacerdote expuso que si las hermandades dejaran su labor social, verían desdibujada su más pura esencia e identidad. Defendió que se comunique a la opinión públicas las acciones de las hermandades, "damos a conocer situaciones de justicia", y pidió más coordinación entre éstas y las cáritas parroquiales "porque la caridad es una". Carlos Bourrellier añadió que la acción social de las hermandades es "un valor en alza". El presidente del Consejo aportó las cifras del estudio que sobre la caridad ha realizado recientemente Ignacio Valduérteles, y resaltó el valor de la ayuda directa: "Es importante el compromiso personal que se crea. Son encomiables las ayudas materiales, pero más el vínculo. Eso nos distingue del resto". Ignacio Valduérteles señaló que las hermandades tienen como objetivo el "fomento de la caridad entre sus hermanos, lo que presupone la solidaridad". Sí apuntó que es necesario profundizar en los fundamentos. Valduérteles indicó que sería muy importante abrir un debate entre la acción social de las hermandades, la responsabilidad social de las empresas y la economía. "Las empresas quieren hacer acciones y las hermandades tienen los medios para materializarlas".

En la tercera jornada se expusieron cifras alarmantes de la cantidad de personas a las que atiende el Banco de Alimentos y los comedores sociales. "Cinco millones de kilos de alimentos y 60.000 personas. En Sevilla hay más de 100.000 personas en pobreza extrema y atendemos al 65% de ellos", reveló Juan Pedro Álvarez. El hermano José Miguel Valdés, de San Juan de Dios, explicó que a través de su comedor tratan de ayudar a las personas más allá de darles de comer: "Una vez atendidos, ¿cómo sacamos a estas personas de la exclusión. Un comedor es sólo un recurso paliativo". Pidió la puesta en marcha de la puerta única, como existe en Málaga: "Así se ayuda más y mejor. Está pasando que hay personas que acuden a varios comedores". También advirtió que hay que pedir "compromisos" a las personas a las que se ayuda: "Se tienen que sentir partícipes de su proceso de inclusión". Gonzalo Rosillo-Daóiz expuso que la Orden de Malta ya ejercía su labor hospitalaria en la misma zona en la que hoy tiene el comedor de San Juan de Acre desde que Alfonso X cedió unos terrenos. Destacó el horario de este centro, que lo distingue de otros: de 17:00 a 19:00, "aunque nunca dejamos a nadie sin comer". No quiso dejar de resaltar la colaboración de voluntarios e instituciones: "Nosotros somos 40 miembros en la asamblea de Sevilla. Sin los voluntarios y la ayuda del Ayuntamiento, la Universidad, o el Banco de Alimentos, no podríamos dar este servicio". Un mensaje de esperanza es el que quiso transmitir Sor Isabel Rodríguez. Desde 1890 las Hijas de la Caridad cuentan con un comedor social: "Hay que hablar más desde la esperanza que desde el pesimismo y así lo intentamos transmitir en casa". Las Hijas de la Caridad dieron en 2013 más de 100.000 comidas, pese a sus pocos recursos: "El milagro nos viene hecho desde fuera". Reclamó un puesto de trabajo para estos necesitados y reveló que ellas, en sus posibilidades, crean empleos, como por ejemplo, de cocinero. Como el hermano de San Juan de Dios y otros ponentes reclamó la puerta única: "Estamos creando un servicio de red entre las Hijas de la Caridad. Aunar criterios sería lo ideal". Por último, deseó que su trabajo no fuera necesario: "Ojalá no hiciera falta el comedor. Lo cerraríamos el comedor con mucho gusto".

Ana María Rey, en su presentación, expuso que la Junta estaba haciendo un gran esfuerzo para atender a los necesitados, a pesar de los recortes provocados por la crisis: "Hemos atendido a un millón de personas y cada día dedicados tres millones de euros a dependencia". Por parte del Ayuntamiento, y como despedida, María Dolores de Pablo-Blanco destacó las iniciativas que su delegación está desarrollando, y puso el énfasis en Sevilla Solidaria: "Nos anticipamos a los presupuestos para que los proyectos sociales que hayan sido subvencionados tengan el anticipo del 100%". También animó a todos los presentes a navegar hacia el mismo sitio puesto que buscan el mismo fin.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios