Sevilla

Sevilla lleva más de 13 años sin revisar su plan de emergencias

  • El Ayuntamiento trabaja desde hace dos años en la actualización del protocolo y avanza que podría estar terminado y aprobado por el Pleno antes de que finalice el ejercicio actual.

Sevilla tiene un plan de emergencias que no se actualiza desde el año 2001, cuando fue aprobado por el Pleno del Ayuntamiento. De poco o nada sirve ya un documento que no se ha revisado ni una sola vez en un periodo en el que la ciudad ha vivido una enorme transformación, con nuevos transportes, importantes modificaciones urbanísticas e incluso barrios de reciente creación. El plan es, a día de hoy, de imposible aplicación en caso de alguna catástrofe o situación real de emergencia.

El gobierno local anunció hace dos años que había comenzado un proceso de revisión del plan. El entonces delegado de Seguridad, Demetrio Cabello, presidió una mesa de coordinación con personal de Protección Civil y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para analizar el documento y actualizarlo. Según explicaron fuentes municipales a este periódico, los trabajos están ya en su última fase y se está actualizando ahora la cartografía de la ciudad. La intención del gobierno local es que se lleve a Pleno el nuevo plan de emergencias a finales de año.

Mientras tanto, el documento vigente es el de 2001. Aquel plan fue elaborado por la consultora Belt Ibérica, especializada en estudios de seguridad, de acuerdo con la ley que obliga a las grandes ciudades a disponer de protocolos de este tipo. Sevilla estaba obligada por ley desde el año 1985 a disponer oficialmente de un plan de emergencias, que sin embargo no fue encargado hasta la primavera de 1999. El documento, tras ser homologado por la Junta, fue aprobado por el Pleno municipal en marzo de 2001.

La Sevilla de aquel año, la que se describe en el plan de emergencias, no tenía una línea de Metro que atravesara el subsuelo desde el Aljarafe hasta Montequinto cruzando Los Remedios, el Centro, Nervión y Amate. Tampoco disponía de un tranvía que conectara la Plaza Nueva con la Enramadilla. Ni parte del recorrido de este transporte era peatonal. En 2001 por la calle San Fernando, la avenida de la Constitución y la Plaza Nueva pasaban a diario miles de coches y autobuses. Hoy estas calles están llenas de veladores, peatones, ciclistas y el único medio de transporte que las atraviesa es el tranvía.

El casco histórico de la Sevilla de hace trece años era de más fácil acceso para los vehículos y, por tanto, había más vías de evacuación ante una posible emergencia. Precisamente la estrechez de las calles del centro ya constituía el mayor factor de riesgo en el plan del año 2001. La Alameda de Hércules no era peatonal y no sólo tenía un pequeño carril de entrada desde Calatrava como ahora. También había una vía más ancha para acceder al centro por Almirante Apodaca, en la que actualmente sólo hay un carril para dos sentidos.

Tampoco estaban construidas las setas de la Plaza de la Encarnación y a esta plaza llegaban también cientos de autobuses de Tusam. O'Donnell seguía siendo una vía abierta al tráfico que conectaba las plazas de la Magdalena y la Campana. Ahora hay una forma de llegar de un punto a otro dando un enorme rodeo. Fuera del centro, tampoco eran peatonales calles como Asunción o San Jacinto, ni se habían construido aún los nuevos barrios de Sevilla Este.

Una vía importante que podría funcionar de evacuación sería la Ronda Histórica, que en el año 2001 seguía siendo de doble sentido y estaba casi siempre colapsada. Otras grandes avenidas han sufrido modificaciones importantes en la reordenación del tráfico. Por entonces sólo había seis distritos, por los once actuales.

En cuanto a cuestiones puramente operativas, desde 2001 se han cambiado las ubicaciones de varias comisarías de la Policía Local y Nacional. La propia Jefatura de la fuerza municipal ocupa desde hace casi cuatro años un inmueble en la Ranilla, lejos de la Cartuja, donde tenía su sede hace trece años. Ni siquiera estaba creada la Unidad Militar de Emergencias (UME), que fue constituida en el año 2005.

El plan destaca que el barrio de Santa Cruz es la zona más vulnerable de Sevilla por la estrechez de sus calles. "La estructura urbanística de sus calles se caracteriza por la estrechez y la sinuosidad", apunta el documento. Pese a ello, los Bomberos siguen sin contar con vehículos adecuados para entrar por las calles más estrechas de la antigua judería.

El plan detalla un listado de 24 factores de riesgo, divididos en tres niveles: alto, medio y bajo. Los incendios y explosiones industriales son, según el plan, los supuestos más probables por los que habría que activar el protocolo de emergencias. En Santa Cruz sigue sin haber bocas de riego en todas las calles para que los Bomberos puedan tomar agua de ellas en caso de incendios. Como factores de riesgo alto destacan también el transporte de mercancías peligrosas por carretera, la sequía y las inundaciones.

A estos cuatro supuestos le siguen otros diez de riesgo medio. Son los siguientes: tráfico por carretera, ola de calor, concentraciones humanas, riesgos sísmicos, tráfico por ferrocarril, transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril, transporte de mercancías peligrosas por vía fluvial, tráfico por vía fluvial, tráfico por vía aérea y transporte de mercancías peligrosas por vía aérea.

Al final de la lista se incluyen otros diez de nivel bajo, la mayoría de ellos muy improbables: problemas de abastecimiento y servicios, contaminación de suelos, riesgos sanitarios, contaminación del agua, contaminación atmosférica, grandes tormentas, movimiento de tierras, vientos huracanados, problemas ocasionados por la nieve y el hielo y la niebla.

"Es un documento para cubrirse las espaldas"

El secretario general en Sevilla del Sindicato Andaluz de Bomberos, Juan Carlos Bernabé, denunció que el plan de emergencias ya estaba obsoleto en el año 2001 y que no se ha hecho ni un solo simulacro desde entonces. "Un documento de este tipo debe estar para resolver problemas y no para que los políticos se cubran las espaldas. Entendemos que el plan está hecho y guardado en un cajón, para que, si pasa algo, lo saquen y digan que aquí había un plan de emergencias", lamentó Bernabé. Los Bomberos no han tenido acceso a este plan desde que se aprobara, en el año 2001, y siguen con las mismas carencias de antaño, agravadas ahora por el paso del tiempo. "Nadie ha hecho nada desde entonces, la ciudad sigue en riesgo".

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