los invisibles

"Por mi perfil físico siempre he hecho papeles de malo o de guardia civil"

  • Manuel Gómez Ortiz 'Kaki'. Medio siglo de fontanero, dirige la agrupación teatral más antigua de Europa. Con don Juan en el calendario, tiene en cartel un cómico anti-don Juan

SEVILLANO de San Bernardo, Manuel Gómez Ortiz, Kaki (Sevilla, 1952) es oficial primero de fontanería y dirige la Agrupación Álvarez Quintero, autores a los que llevó a los escenarios en casi medio centenar de obras. Viene a la cita después de colocar un termo eléctrico.

-¿Termos con el calor tardío?

-En fontanería hay dos fenómenos que se producen con los cambos de clima: los atascos y los termos eléctricos. Aunque hace calor, aumenta la demanda.

-¿Cómo surge el teatro?

-En el colegio Portaceli. Los niños pobres que sacábamos matrícula de honor en todas las asignaturas íbamos becados al colegio. Nos distinguíamos en el recreo, los ricos con el uniforme azul y el icono del colegio, nosotros con el baby con listas azules y blancas. Una alambrada, como en un campo de concentración, nos impedía acceder a sus campos de fútbol. Me echaron en tercero de bachiller porque le tiré un tintero a un profesor que me había pegado con la regla en las yemas de los dedos por reclamar igualdad de trato. Lo digo sin rencor, porque gracias a escribir con pluma y tintero tengo una excelente ortografía y domino la letra gótica.

-¿Dónde estudia teatro?

-Soy de la primera promoción del Instituto de Teatro. Empezamos cerca del manicomio y nos graduamos en el Cortijo de Cuarto, en pleno campo.

-¿Le ha sido útil la fontanería en el teatro?

-Una vez le dieron un premio a Juan Ruesga por el montaje de Yerma porque le hice unos efectos de lluvia, canalizaciones de agua y pilones para lavar.

-¿Cuántos donjuanes lleva?

-Desde que entré en 1992. La versión humorística, respetuosa con el mito, de Agustín Embuena. Ahora llevamos en cartel La Plasmatoria, un anti-don Juan de Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández. La historia real de don Juan.

-¿Primer montaje teatral?

-Campanadas de muerte, con el teatro Independiente Siroco, que salió de una célula del Partido Comunista. Es una obra inspirada en los sucesos de Vitoria de 1976, cuando Fraga era ministro de Gobernación y decía que la calle era suya. Llevaba música de Lluís Llach y la hicimos en todas las fábricas de Sevilla. Terminaba con un desnudo integral.

-¿Ha hecho de don Juan?

-He hecho de Chuti, su criado, de Centellas, y en una versión de Los Goliardos hice seis o siete personajes, entre ellos de estatua.

-¿Ha hecho cine?

-En Los invitados, de Víctor Barrera, soy el que va con el sicario en el crimen de los Galindos. Por mi perfil físico, siempre he hecho de malo o de guardia civil. En una serie televisiva hacía de uno de los guardias civiles que investigaban el crimen de Paradas.

-¿Y televisión?

-Con Jaime Chávarri hice dos trabajos, La intrusa, un cuento de Borges adaptado por Fernán-Gómez, y una serie sobre el habla andaluza. Y con Antonio Cuadri una serie de trece capítulos sobre pintores costumbristas. Yo era un personaje que salía de los cuadros de Rico Cejudo, García Ramos, Gonzalo Bilbao, Bacarisas o Sánchez Perrier, que yo creía que era un general de Franco. Yo les recomiendo siempre a los actores que investiguen el entorno cultural, político y económico. Eso era el método Stanislavsky.

-¿Por qué los hermanos Álvarez Quintero gozan de menos prestigio que los hermanos Machado o los Bécquer?

-Son unos grandes vituperados por la progresía hipócrita a la que le da vergüenza reconocerse en los retratos de los personajes de los Quintero. Yo soy Pablo de Tarso, experimenté todas las corrientes teatrales para llegar a unos autores que conocen la Primera República, la Segunda, republicanos aunque cristiano-demócratas. Nunca ves las tendencias políticas de sus personajes, pero hablan de la libertad, de la paz y la igualdad de los pueblos.

-¿La atención a la cultura se mide por el hecho de que usted gane más como fontanero que como hombre de teatro?

-Por supuesto. Yo lo que quisiera era ser actor y autor teatral. El año pasado fui el que más obras dirigí, pero tengo que estar tirando de las herramientas con la edad que tengo.

-Una curiosidad de su oficio...

-Los grupos de presión. En fontanería son las bombas que le dan el agua a las viviendas. El agua de Emasesa llega a tres pisos de altura. Para llevarla a la séptima planta son los grupos de presión.

-Qué mal suena la palabra plomo en cultura...

-Pues en fontanería es fundamental. Yo soy plomero. La conducción de agua desde los romanos hasta aquí se hace por canalización de plomo para separarla de las aguas fecales. Los árabes aportaron la flumistería, unas vidrieras de colores.

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