Sevilla

Las incineraciones duplican a los enterramientos tradicionales

  • En lo que va de año la actividad en el crematorio municipal supera en un 13% a toda la de 2013

Los tipos de enterramiento, como es bien sabido, cambian según cada civilización y era. A la cultura propia de una comunidad se unen las condiciones económicas que ésta atraviesa. Sevilla no es ajena a dicha transformación y ahora, en pleno siglo XXI, es testigo de cómo las incineraciones se han impuesto a las inhumaciones. El crematorio municipal constata dicha tendencia, pues en lo que va de año su actividad supera ya en un 13% a toda la del ejercicio anterior, de tal forma que las incineraciones en el camposanto sevillano duplican a los enterramientos en estos diez meses de 2014.

El Cementerio de San Fernando volverá hoy, paradójicamente, a recobrar la vida de cada inicio de noviembre. Familias visitando a sus difuntos en una tradición que escapa -por el momento- al tirón que tiene entre jóvenes (y no tan jóvenes) tradiciones importadas de otros países. Una cita con la memoria que discurre en paralelo al negocio que supone la muerte, un sector que se ha visto afectado los últimos años por la crisis y por la subida del tipo de IVA en las empresas que prestan servicios funerarios.

Entre los cambios más importantes que han alterado al sector se encuentra la creciente predilección de las familias por la incineración a la hora de enterrar sus difuntos. Aquí priman dos factores: el económico, que se ha visto potenciado con la crisis, y la cada vez mayor concienciación social con el medio ambiente. En el aspecto económico no cabe duda de que la incineración es más barata que el enterramiento y puede llegar a suponer un ahorro de hasta 600 euros, pues los féretros para las cremaciones suelen tener un coste más reducido, a lo que hay que sumar el gasto que se evita en nichos o lápidas.

Las cifras del camposanto sevillano constatan dicha tendencia. En los diez primeros meses de 2014 el número de inhumaciones ha llegado a las 1.262, lo que supone una disminución del 11,2% respecto a todas las que se practicaron el año pasado, cuando esta cifra ya se redujo casi un 25% en relación a 2012. Desde 2011 los enterramientos tradicionales en el cementerio hispalense han disminuido más de un 35%.

La tendencia en el caso de las incineraciones es bien distinta, aunque en estos cuatro años ha habido un factor que delimitó en su día que la cifra fuera más espectacular. De esta forma, 2011 se cerró con 1.788 cremaciones, una cifra bastante reducida y por debajo de las inhumaciones debido a que sólo funcionaba uno de los tres hornos crematorios. Dicha incidencia, que se mantuvo durante bastantes meses, obligó a muchos familiares a trasladarse a tanatorios de la provincia, que vieron incrementada su demanda durante este periodo.

Un año después la cifra de incineraciones casi se duplicó hasta las 3.197. Ya en 2013 se redujo a 2.652 (en parte debido a la bajada de la mortalidad que se ha reflejado en toda España). En lo que va de 2014 en el crematorio municipal se han incinerado a 2.994 difuntos, cantidad que supera en más de 300 a la de todo el pasado ejercicio. Por tanto, de las 4.256 personas fallecidas desde enero que han llegado al cementerio de Sevilla, más del 70% han sido incineradas, mientras que el 30% ha recibido sepultura a través del enterramiento tradicional, unos porcentajes que hace poco más de una década eran prácticamente a la inversa.

Además del arreglo de los hornos crematorios (lo que suponía aumentar una vía de ingresos), el gobierno local, a través del departamento de Edificios Municipales -adscrito a la Delegación de Hacienda y Administración Pública-, ha acometido varias reformas en el camposanto sevillano ante "los numerosos escritos de queja" que se habían presentado por su estado. Al margen de estas actuaciones, uno de los logros ha consistido en hacer frente a los problemas laborales. En este periodo se han reorganizado las cuadrillas, que ahora trabajan todos los días del año en turnos de mañana y tarde. Para ello ha sido esencial una nueva relación de puestos de trabajo (RPT), que garantiza unos servicios mínimos a diario.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios