Ocho de cada diez usuarios creen que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene problemas económicos para poder seguir prestando los mismos servicios públicos que hasta ahora. El Gobierno central señala como solución la reducción del gasto público y la implantación del copago, según apunta José Luis Rocha, viceconsejero de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía. Sin embargo, casi el 70% de los usuarios consideran esta última medida ineficaz; y cerca del 58% cree que el copago perjudicará, sobre todo, a jubilados y enfermos crónicos, y generará desigualdad social. Pero los usuarios también admiten un abuso del sistema. Así, cerca del 87% de los entrevistados creen que hay ciudadanos que abusan del sistema sanitario público, acudiendo al médico de familia o a urgencias sin necesidad.

Éstas son algunas de las conclusiones de la investigación ¿Es el copago la solución? Opiniones y actitudes de los andaluces ante el copago de los servicios sanitarios públicos, un estudio editado y financiado por el Centro de Estudios Andaluces. El trabajo, dirigido por Rafael Serrano del Rosal y Lourdes Biedma, se presentó este jueves en un foro homónimo en el que también participó Aquilino Alonso, viceconsejero de Igualdad, Salud y Políticas Sociales; Antonio Escolar, de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía; y Concepción Cruz, doctora en Medicina por la Universidad de Sevilla, entre otros expertos y representantes políticos.

"El copago es un debate que ha aparecido en numerosas ocasiones en el escenario político y mediático, pero siempre de manera sesgada", señala Rafael Serrano, investigador principal. Las opiniones vertidas no cuentan "con un referente o estudio científico que las avale" y "tanto sus impulsores como detractores dejan a un lado a los ciudadanos", no cuentan con su opinión. Por esta razón, la investigación, además de incluir la opinión de cuatro expertos en la materia, se basa en los resultados de una encuesta telefónica en la que han participado 1.200 personas. La situación económica de Andalucía, su valoración del sistema sanitario andaluz y el abuso por parte de los usuarios eran algunas de las cuestiones.

Así, un 30% de los encuestados estarían de acuerdo con dejar de financiar ciertas prestaciones sanitarias para ahorrar en sanidad. Entre los servicios públicos prescindibles para estos andaluces están las operaciones de cambio de sexo, seguidas por las operaciones de estética.

El viceconsejero José Luis Rocha, apunta que el problema de la sanidad pública radica en la falta de ingresos. En base a diferentes estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y otras entidades internacionales, Rocha afirma que, en comparación con otros países, "España está por debajo de la media en cuanto al gasto sanitario", "no existen datos oficiales que confirmen un abuso de los servicios por parte de los usuarios" y su sistema de salud cuenta con uno de "los mejores ratios de eficacia y coste".

En cuanto al copago, entre las opiniones vertidas por los usuarios destaca la preocupación por el incremento de la desigualad social. En esta línea, el viceconsejero de Hacienda y Administración Pública manifiesta que "la puesta en marcha del copago sanitario disminuiría el uso de los servicios", ya que los usuarios, "en especial aquellos con recursos económicos bajos, dejarían de acudir a consulta y abandonarían los tratamientos prescritos" al no poder costearlos. "Esto incrementará los problemas de salud, que podrían derivar en un aumento de los ingresos hospitalarios", e, incluso, "un aumento de la tasa de mortalidad en determinadas enfermedades".

Pese a defender la objetividad del trabajo, el investigador concluye su exposición afirmando que "cualquier sistema de copago del servicio sanitario público, entendido como la participación directa del paciente en el coste de los servicios sanitarios en el momento de utilizarlo, rompe con los principios de nuestro modelo sanitario", acabando así con su universalidad y gratuidad.