LOS lunes aprende en Madrid, los martes enseña en Sevilla. Sergio Rodríguez (Sevilla, 1981) ha sido elegido entre los cinco dramaturgos emergentes por una comedia que no hace reír. Desde los Quintero llegó a Plauto y a James Joyce.

-Un Sergio Rodríguez juega al baloncesto en el Madrid, otro al fútbol en el Betis. Son más que Pedros Sánchez...

-Hay un actor de teatro que se llama Sergio Rodríguez. Me voy a tener que cambiar el nombre.

-¿Dónde creció?

-En la Macarena, en León XIII. Jugábamos al fútbol en el Polígono Norte y cerca del Vacie.

-¿Cómo llega al teatro?

-Por la poesía. Cuando leí Romeo y Julieta dije: esto es poesía.

-¿Poesía prosaica?

-Empecé con los Quintero, en la compañía de Juan Rodríguez Recio. Nunca he hecho más bolos en mi vida. Es un teatro un poco desfasado, del que no soy muy partidario, pero ahí me curtí. Hubo una época en la que no ponía en el currículum lo de los Quintero, pero forma parte de lo que soy.

-¿Cuándo se fue a Madrid?

-En 2002. Al Teatro de la Danza. A empaparme de la técnica de William Layton. Allí conocí a tres maestros: Begoña Valle, Fernando San Segundo y José Carlos Plaza, maestro de maestros. Llevo diez años entrenando con él.

-¿Le cogió en Madrid el 11-M?

-Yo vivía en Atocha y cogía todos los días ese tren para ir a Alcobendas. Me estaba duchando y me lo dijo mi compañera de piso. Nunca he visto un silencio igual. Ni el miedo como lo vi ese día.

-¿Cómo se entrena en teatro?

-Igual que hay un entrenamiento en el gimnasio, lo hay en el teatro. Ahora estamos con Bodas de sangre. Nada académico.

-¿Madrid es otra historia?

-Voy y vengo todos los lunes en el AVE. Pero he parado muchos años en Guarromán yendo en el autobús. Me partí el tendón de Aquiles jugando al fútbol y no podía estar tantas horas en el bus.

-¿Su vocación frustrada?

-Lo primero que hice fue llamar a Coke, el futbolista del Sevilla, alumno del taller de teatro. Le dije que había oído el sonido del pie. Me dijo que fuera al médico, que a un compañero suyo del Rayo le pasó igual. Y que me dedicara al teatro.

-¿Le hizo caso?

-Hubo un periodo de tres años en que me olvidé del teatro. Quería buscar un trabajo de verdad, estuve de jefe de tienda en unos supermercados, hasta que descubrí que mi trabajo era éste.

-¿Antecedentes en la familia?

-Mi padre estudió en el Conservatorio de Música y Arte Dramático. Yo le cogía los apuntes. Mis padres son de Olivares los dos.

-¿Se ha llevado el conde-duque de Olivares al teatro?

-Antonio Álamo hizo una cosa muy divertida basada en Los espejos de Velázquez que sutbituló España no es Uganda.

-¿Qué le motiva para crear?

-La música clásica. Chopin, Wagner, Strauss. Y los cantautores. Para ser joven, parezco muy antiguo. Tengo todos los discos de Víctor Manuel y fui al concierto de septiembre en Oviedo.

-¿Su obra 'Sin salida' sale de algún suceso real?

-Lo fácil sería decir que sí. Es una trampa dramatúrgica. Es una metáfora del desapego.

-¿Comedia o drama?

-La línea que las separa es muy sutil. Siempre lloro cada vez que veo El apartamento de Billy Wilder, mi película favorita junto a La fiera de mi niña y Sucedió una noche, con Clark Gable.

-¿Reír o llorar?

-Los amigos dicen que podría decir las cosas de manera más glamurosa, pero es lo que hay.

-¿Qué es un dramaturgo emergente?

-El Centro Andaluz de Teatro seleccionó los cinco mejores proyectos. El mío se titula Celebración. Precisamente es una comedia, pero no sé si va a hacer gracia, porque trata de la impunidad por hechos del pasado en relación con la época de Franco.

-¿Próximos proyectos?

-Con Pilar Herranz estamos haciendo una obra basada en el monólogo de Molly Bloom, el final del Ulises del que es especialista mi hermana Carmen, que hizo Filología Inglesa. Yo sólo me he leído ese final sin puntos ni comas. Sanchis Sinesterra hizo una versión con Magüi Mira que salió en un Estudio 1. Además, con David Arnáiz, otro de los participantes en el proyecto de Teatro Mínimo, estamos preparando un proyecto de Miles Gloriosus, de Plauto, con la idea de llevarlo por teatros romanos.

-¿Se ha perdido una figura del fútbol?

-Soy de la quinta de Xabi Alonso y Casillas, pero mi jugador preferido es Xavi, además de mi amigo Coke, el del Sevilla, aunque yo soy bético.

-¿Cuál fue la primera obra que vio en un teatro?

-Precisamente Romeo y Julieta. Parece que me persigue la obra de Shakespeare. El padre de Julieta tenía frenillo.