Menos de un tercio de los policías nacionales de Sevilla tienen chalecos antibalas. La Jefatura recibió el año pasado una remesa de 600 prendas, pero muchas de ellas fueron devueltas porque eran de talla única. La mayoría de las mujeres policía entregaron sus chalecos porque no podían trabajar con ellos puestos, ya que eran prendas diseñadas para hombre que no tenían en cuenta el pecho. La Dirección General está tratando de subsanar este error y ha encargado una nueva compra de chalecos de varias tallas y con un diseño especial para mujeres, pero se estima que no llegarán a todos los policías de Sevilla hasta 2017.

Así lo denunciaron este lunes los cuatro sindicatos del cuerpo, que se unieron en una concentración convocada a las puertas de la Jefatura Superior, en la rotonda de Blas Infante, para protestar por la muerte de su compañera en Vigo el pasado viernes y exigir a la administración que acelere los trámites para dotar de chalecos antibalas a todos los policías.

Algunos de los agentes optaron hace tiempo por comprarse ellos los chalecos de su bolsillo. Cada una de estas prendas cuesta en torno a 600 euros. Los nuevos modelos de chalecos son en realidad una especie de camisetas ajustables, que pueden colocarse tanto interiormente como por encima del uniforme. Para esta segunda opción también hay que cambiar el color de las primeras remesas, ya que eran blancos y no azules.

A la concentración de este lunes acudieron aproximadamente un centenar de policías y en ellos estuvieron representantes de los cuatro sindicatos: SUP, UFP, CEP y SPP. El secretario general del SUP, César Moreno, se refirió al atraco que hubo poco antes de la protesta en Palmete. "No sabemos si los compañeros que han ido a ese aviso llevaban chalecos o no. Se han repartido pocos y con tallajes imprecisos. Sabemos que tenemos una profesión de riesgo, que asumimos, pero tenemos que tener medios para minimizarlos". El secretario general de la UFP, Antonio Jurado, lamentó que los policías tengan que pagar los efectos de la crisis con sus vidas. "En otras administraciones se pueden posponer cosas, pero en la Policía está la vida en juego", apuntó Jurado, que pidió que se corte el gasto en el cambio de las divisas -de unos 3 millones de euros- y que a los atracos vayan siempre dos coches como mínimo.

Su homólogo en la CEP, Ángel Reina, recalcó la indignación de los agentes por el dinero que Interior está gastando en cambiar las divisas y el logo del cuerpo. "Ese gasto debería emplearse en la distribución de chalecos antibalas". El secretario general del SPP, José María Serrano, reiteró el problema de la falta de medios para garantizar la protección de los agentes. "No somos funcionarios al uso, el riesgo que asumimos no es igual que el de otros funcionarios. Tenemos una clara vocación de servicio público que no está justamente recompensada ni retribuida".