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Castreño confía en la reactivación del Astillero de Sevilla

  • La presidenta de la Autoridad Portuaria asegura que la empresa Astillero del Guadalquivir está invirtiendo dinero por lo que el proyecto "no sufre riesgo ninguno". El plazo para el reacondicionamiento expira el día 31.

La presidenta de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Carmen Castreño, considera que el proyecto promovido por la sociedad Astillero del Guadalquivir para reactivar el astillero hispalense no sufre "riesgo de ningún género", recordando que la empresa está invirtiendo dinero en el reacondicionamiento de las instalaciones, inoperativas desde el 31 de diciembre de 2011 y sobre las que pesa el papel jugado por la citada empresa, a la hora de que quedase desierto el concurso público convocado inicialmente para su explotación. 

En una rueda de prensa celebrada este viernes, Carmen Castreño ha señalado la autorización administrativa de 18 meses de duración encomendada a la sociedad Astillero del Guadalquivir, dirigida por el empresario gallego Urbano Alonso, dueño de Astilleros Cotnsa Huelva, para reparaciones y actuaciones en buques en el dique seco del astillero sevillano. El propio Urbano Alonso, en ese sentido, manifestaba el pasado 22 de noviembre que tras haber invertido unos 500.000 euros para el reacondicionamiento del dique seco del astillero y contar con contratos para la reparación de buques, el astillero comenzaría a albergar actividad industrial en pocos días, extremo que finalmente no ha sucedido, toda vez que la empresa podría postergar finalmente la reactivación de estas emblemáticas instalaciones navales. 

Carmen Castreño ha explicado que la sociedad Astillero del Guadalquivir cuenta con un "plazo" que expira el 31 de diciembre para consumar el reacondicionamiento del dique seco del astillero y ella misma considera que "esta obra va muy bien". No obstante, el incumplimiento de este plazo motivaría una "revisión" de las actuaciones por parte de la Autoridad Portuaria. Castreño, en ese sentido, ha señalado el significado de que esta empresa haya invertido dinero en el acondicionamiento del dique seco, porque a su juicio "no parece que haya riesgo de ningún género" en dicho proyecto. 

 

El astillero de Sevilla detuvo completamente su actividad el 31 de diciembre 2011 tras una larga agonía financiera y económica. Porque tras su segregación de la antigua sociedad naval Izar, extremo que separó al astillero hispalense de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el astillero entró en una lenta deriva hasta su adquisición por parte de los Astilleros de Huelva. No obstante, el funcionamiento de los astilleros bajo la gestión de estos empresarios tampoco prosperó y, finalmente, las instalaciones fueron clausuradas al finalizar 2011 al arrastrar la sociedad gestora una deuda de aproximadamente 193 millones. Así, el astillero de Sevilla cerraba tras casi 60 años de actividad y haber gozado de volúmenes de producción que, por ejemplo en los años 80, implicaban la contratación de hasta 5.000 personas. Desde entonces hasta ahora, no obstante, los astilleros sevillanos han albergado algunas operaciones puntuales, como la reparación del velero alemán Alexander von Humboldt. 

En 2013, la Autoridad Portuaria promovió un concurso para adjudicar de nuevo una concesión administrativa para la explotación del varadero y dique seco, si bien el mismo fue declarado desierto porque no mediaron ofertas como tal pese a que dos empresas habían solicitado tal aspecto. El mencionado y fallido concurso fue convocado por la Autoridad Portuaria al solicitar, primero la sociedad Sevilla Shipyard e inmediatamente después la empresa Astillero del Guadalquivir, autorización para explotar las instalaciones del varadero y dique seco para acometer operaciones de reparación y modificación de buques. La concurrencia competitiva de dos solicitudes, en ese sentido, obligó a la Autoridad Portuaria a convocar el mencionado concurso, que habría cosechado interés por parte de al menos tres empresas pero que, finalmente, fue declarado desierto al no mediar propuestas formales.  

"Sería injusto que el Puerto aportase fondos para modernizar el regadío del arroz"

Carmen Castreño ha dicho que sería "injusto" que el Puerto aportase fondos para la modernización del regadío de los cultivos de arroz del Bajo Guadalquivir, extremo conectado al dragado de profundización que la institución promueve sobre el tramo navegable del río Guadalquivir. Castreño defiende que la Autoridad Portuaria "no es responsable" de ese aspecto y recuerda que otros regantes han financiado por sus propios medios la modernización de sus sistemas. 

Carmen Castreño, en rueda de prensa, ha defendido una vez más el dragado de profundización que promueve la Autoridad Portuaria de Sevilla sobre el tramo navegable del río Guadalquivir, para permitir que barcos de mayor calado lleguen hasta Sevilla, un proyecto que cuenta con el rechazo de los agricultores del Bajo Guadalquivir al temer los mismos que un hipotético incremento de la salinidad del agua del río afecte a sus cultivos. 

Después de que José Manuel Cepeda, nuevo presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), haya reclamado que el Puerto de Sevilla participe en la financiación de la modernización de los regadíos de arroz, Carmen Castreño ha considerado que eso supondría "una injusticia", porque la Autoridad Portuaria "no tiene responsabilidad sobre eso" y, además, otros regantes han financiado por sus propios medios la modernización de sus sistemas. En el mismo sentido, ha razonado que dado que "todos los informes científicos" zanjarían que "el dragado de profundización no tiene influencia alguna en la salinidad del agua", sería igualmente "una injusticia" que la Autoridad Portuaria tuviese que financiar parte de la modernización de los sistemas de regadío del arroz. Finalmente, ha manifestado que el próximo martes celebrará una reunión con la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) para abordar este mismos asunto, el polémico dragado de profundización del Guadalquivir.  

El dragado de profundización, en concreto, prevé ampliar el calado del río de 6,5 a ocho metros de profundidad y, tras no prosperar el proyecto inicial promovido hace varios años, la Autoridad Portuaria está pendiente de entregar a las administraciones un nuevo proyecto técnico. El nuevo diseño de la actuación ha sido replanificada para acometer una profundización de 85 centímetros en 2015 y 65 centímetros en 2016 y 2017, una fórmula gracias a la cual sería posible conservar las subvenciones europeas cosechadas para el proyecto. 

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