El transporte urbano, la bicicleta y la moto son los vehículos más adecuados para acceder al casco antiguo estas Navidades. Ayer por la mañana comenzó la segunda fase del plan de tráfico diseñado por la Delegación de Movilidad y Seguridad Ciudadana con total fluidez en todos los puntos instalados para controlar los accesos de vehículos privados y los de carga y descarga.

La Puerta de Carmona estuvo flanqueada toda la mañana por parejas de la Policía Local que se encargaron de dirigir el tráfico, tanto de la avenida Menéndez Pelayo como de la propia entrada al centro. Según fuentes municipales, la mañana de ayer fue tranquila, se respetaron los turnos de carga y descarga, que finalizan a las 11:00, y no se produjeron aglomeraciones en la calles que conectan con el casco histórico. "Por ahora estamos dejando pasar a todos los vehículos pero pensamos que el fin de semana será mucho más ajetreado", explicó a este periódico uno de los policías que dirigió el tráfico de la calle Marqués de Paradas en la confluencia con la avenida de Reyes Católicos.

Para el plan de estas Navidades se han dispuesto 700 agentes del cuerpo local que cortarán el paso a los vehículos privados cuando se colmaten la zona azul y los aparcamientos subterráneos. Una norma que no se aplicará a las motos puesto que, según los municipales, su circulación no altera el estado del tráfico. A pesar de ello, Miguel Fernández, trabajador de una empresa ubicada en la calle Jesús de las Tres Caídas, afirmó que aunque pueda acceder al casco histórico en este transporte, sobre las 19:00 y coincidiendo con el mapping, cambian la dirección de la Cuesta del Rosario y se ve obligado a modificar su itinerario para volver a casa.

Esta misma situación la denunció Beatriz Iglesias, vecina de la calle Sol. La joven manifestó que los residentes del centro no son informados de los cambios del sentido de las calles y, en más de una ocasión, se ven envueltos en atascos, tanto para entrar al mediodía en el casco antiguo, como para salir de él por la tarde.