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La operación policial contra los bares de copas acaba con la clausura de 12 locales

  • El cierre de los negocios se produjo por permitir el consumo de alcohol en la vía pública, salvo en un caso en el que se actuó por el exceso de aforo.

Doce bares de copas clausurados en uno de los fines de semana de mayor negocio del año, el de la víspera del inicio de las fiestas de Navidad. La Policía Local de Sevilla ha desarrollado este fin de semana una operación en varias zonas de la ciudad, centrada principalmente en el Arenal y la Alameda, que se ha saldado con la clausura de un total de doce bares de copas. De los doce precintos acordados, en once de ellos (seis en el Arenal y cinco en la Alameda) la medida se ha adoptado por permitir el consumo de alcohol en la vía pública, mientras que en otro local, ubicado en la calle Julio César, la clausura tuvo lugar por un exceso de aforo, al superar el número de personas permitido.

El Ayuntamiento ha asegurado que en todos los casos la actuación policial se ha llevado a cabo ante las denuncias de los vecinos de las zonas afectadas, según confirmaron ayer fuentes municipales. La intervención policial comenzó en la noche del viernes, cuando la Policía Local cerró seis locales de copas en el Arenal, en la conocida como milla de oro del gin-tonic. En esta zona se clausuraron negocios de la calle Arfe o en su entorno: La Boheme, Magallanes, Casa Matías, Arfe 11, El Gallo Negro y La Jolla, este último en la calle Dos de Mayo.

Como continuación, la Policía Local procedió la noche del sábado a la clausura de otros cinco establecimientos en la Alameda, entre ellos algunos tan conocidos como Corral de Esquivel, Hombre Bala, Eureka o Café del Arte.

Según algunos propietarios consultados por este periódico, los agentes de la Unidad de Medio Ambiente se presentaron en la Alameda sobre las nueve de la noche, observaron la situación y sobre las once y media procedieron al cierre de los establecimientos con el argumento de que se había incumplido la ley antibotellón, al constatar que había clientes consumiendo bebidas en la calle.

La actuación policial ha generado, lógicamente, reacciones muy dispares en los vecinos y en los empresarios del sector. Los primeros mostraron este domingo su "gran alegría" por la decisión del Ayuntamiento de exigir el cumplimiento de la normativa, según explicó una representante de la asociación de vecinos Torre del Oro del Arenal, que recordó que desde noviembre pasado han mantenido diversas reuniones con varios delegados municipales quienes se "comprometieron" a acabar con esta situación. "Estamos viendo que se están tomando con interés las constantes denuncias de los vecinos al 112", añadió la portavoz de los vecinos, que prefirió no dar su nombre.

La "alegría" de los vecinos por la intervención policial contrasta con la indignación de los propietarios de los negocios clausurados, algunos de los cuales no dudaron en asegurar que el precinto de los establecimientos obedece a una "orden político-policial", como asegura una nota colgada ayer en la puerta del bar Corral de Esquivel de la Alameda.

Los empresarios lamentan que la actuación policial se ha producido en una época del año en la que prácticamente se factura un tercio del total anual, coincidiendo con las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y lamentaron que el cierre de los negocios deja sin trabajo a más de 30 personas sólo en los bares clausurados en la Alameda, a los que habría que sumar los empleos perdidos en la milla de oro del gin-tonic.

Los propietarios aseguran que en los fines de semana anteriores les obligaron a cerrar a la una de la madrugada -dos horas antes del horario que permite la Junta- y que llevan aguantando esta "presión" policial desde mediados de noviembre.

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