El asesinato de marta

La presión del padre fuerza a la Policía a volver a buscar a Marta

  • Los agentes revisan varios pozos próximos a una antigua estación de bombeo junto al puente de Camas.

Dijo Antonio del Castillo a finales del año pasado que si, en unos meses, la Policía no seguía buscando a su hija, sería él quien lo hiciera. Avisó de que se desplazaría a la escombrera de Camas para continuar la búsqueda él con sus propios medios, con la ayuda de familiares y voluntarios. Lo hizo después de que el jefe superior de Policía, Francisco Perea, lo citara en la Jefatura a mediados de noviembre para explicarle que la investigación tenía que someterse a un "periodo de reflexión". Poco antes, el ministro del Interior se había referido al caso diciendo que "todo tenía un límite en la vida". 

Del Castillo se lo tomó como lo que parecía, que la Policía suspendía la búsqueda y amagaba con darle carpetazo a una investigación que ha ido cosechando fracasos durante los últimos seis años. Así que advirtió que no dudaría en irse a buscar el cuerpo de su hija porque no le quedaba otra cosa que hacer en su vida y porque tenía todo el tiempo del mundo para ello. Y además se dio una vuelta por la escombrera de Camas y sus alrededores. Y reforzó su advertencia colgando una fotografía de un pozo cercano en su cuenta de Twitter, acompañándola con un mensaje que recordaba que la Policía no había revisado toda la zona. 

La imagen del padre de una víctima -al que, además, todos prometieron decenas de veces que no pararían hasta encontrar el cadáver- removiendo la tierra pala en mano en busca de los restos de su hija asesinada tiene un coste político, más elevado aún a cinco meses de las elecciones municipales. Y más cuando todo apunta a que los jueces están a punto de archivar la última causa contra Miguel Carcaño por el delito contra la integridad moral y faltan menos de tres semanas para el sexto aniversario del crimen. 

Así que la Policía volvió a iniciar una nueva búsqueda, la séptima importante después de las llevadas a cabo en el río Guadalquivir, en el vertedero de Montemarta-Cónica, en una zanja de Camas próxima a la casa de la novia de Carcaño, en la ruta del agua, en Majaloba y en la escombrera de Camas. Además, los investigadores del Grume -que han llevado el caso desde el principio y que siguen con él pese a que algunos han sido cambiados de destino- han buscado el cadáver de Marta del Castillo en más de cien localizaciones distintas de las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva. 

La nueva búsqueda arrancó el miércoles en una zona próxima a la escombrera que ya se revisó el año pasado. Está al otro lado de la carretera, muy cerca del puente del antiguo ferrocarril Sevilla-Camas. Según se viene desde Sevilla, nada más pasar el puente, a la derecha hay una antigua estación de bombeo y una casetilla de la luz, construcciones que parecen abandonadas y que posiblemente se hayan convertido en los últimos años en un refugio de toxicómanos e indigentes. De hecho, ayer mismo hubo un incendio en una de ellas. Allí, detrás de estos edificios, hay varios pozos. En ellos se introdujeron durante la mañana de ayer los agentes de la unidad de Subsuelo. Por el momento sin éxito. 

La versión oficial asegura que los investigadores llevan varios días trabajando en una nueva pista y que nunca han dejado de investigar el caso. El padre de Marta se presentó a media mañana y colgó este mensaje en su cuenta de Twitter: "Esta mañana he estado en Camas, y muy educadamente me han pedido que me fuera. Esta tarde volveré a ir, y ya no estarán".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios