El conflicto que mantiene la unidad de Tráfico-Motoristas de la Policía Local con el Ayuntamiento de Sevilla vive un episodio más estos días, cuando más de 70 agentes de esta unidad han solicitado a la Jefatura su traslado a los pasillos de la carrera oficial en la próxima Semana Santa. Los policías de este grupo reaccionan así a unas instrucciones publicadas en la orden del cuerpo del pasado 16 de enero, que abría un plazo para que los agentes pudieran presentar sus solicitudes de trabajar en el dispositivo de Semana Santa.

A estas peticiones de traslado sólo pueden acogerse, en principio, policías pertenecientes a unidades de distrito, de los que se restarían efectivos en Semana Santa para reforzar el dispositivo de las cofradías. A los motoristas, en cambio, no les está permitido este cambio por necesidades del servicio, ya que esta unidad es la encargada de regular todo el tráfico de la ciudad.

Esta restricción se ha percibido en el seno de la unidad como una "grave discriminación con respecto a otros compañeros de la misma clase y categoría", y así se lo han hecho saber por escrito más de 70 policías a la Jefatura. Todos ellos han solicitado además el cambio de unidad para los días de Semana Santa.

En el trasfondo de esta petición masiva de traslado está el conflicto que mantiene la unidad de Motoristas con el gobierno local desde hace más de un año. Los agentes han realizado multitud de acciones de protesta para exigir que el Ayuntamiento les abone un plus de peligrosidad, un complemento salarial que lleva años pendiente y fue aprobado en el mandato anterior, después de que un policía sufriera un gravísimo accidente de tráfico. La muerte del agente Sergio Rodríguez-Prat, arrollado por un turismo en María Auxiliadora el 10 de diciembre de 2013, reactivó las protestas.

Los motoristas se sienten discriminados respecto a otros colectivos municipales. Los policías se han planteado realizar sus servicios en coche y no en moto, pedir traslados a otras unidades o no renovar sus carnés de conducir motos de gran cilindrada si el Ayuntamiento no les abona este plus que llevan años solicitando. El Consistorio ha admitido que el trabajo de los motoristas implica más riesgo para la integridad que el de los agentes de otras unidades, pero se ha negado a pagar este complemento.