Sevilla

Teresa Laguna también deja el equipo conservador de la Catedral

  • La experta en bienes muebles renuncia al puesto tras la dimisión de Alfonso Jiménez.

Fueron reconocidos por el Estado por su meritoria labor en la conservación del monumento más importante de la ciudad, pero ya han renunciado a seguir trabajando en la Catedral. En menos de un mes, el Cabildo ha recibido las cartas de renuncia del maestro mayor, el arquitecto Alfonso Jiménez, y de la profesora Teresa Laguna, responsable desde el año 1998 de la conservación del vasto patrimonio de bienes muebles que posee el templo metropolitano, cuando el Cabildo tomó conciencia de la necesidad de que una profesional se dedicara expresamente al cuidado de todos los enseres de la Catedral. En su haber figura, entre otros muchos logros, la exposición permanente de orfebrería y escultura que recibe a los miles de visitantes de la Catedral.

Laguna ha comunicado recientemente al deán su decisión mediante una carta personal. La renuncia de Jiménez, vinculado a la conservación de la Catedral desde 1979, surtió efecto el pasado 31 de diciembre.

A la marcha de Laguna hay que sumar también la del aparejador Juan Luis Barón, profesional de la confianza de Jiménez que ha desempeñado también funciones importantes en grandes proyectos, como la restauración de los pilares agrietados del trascoro de la Catedral, la empresa más delicada si cabe que se ha afrontando en la Catedral en décadas, o la restauraciones de las portadas exteriores del templo.

La llegada de Alfonso Jiménez y la posterior de Teresa Laguna son consecuencia de la apuesta del Cabildo por tener un equipo propio dedicado diariamente a la conservación del templo, así como una independencia financiera, de tal forma que el mantenimiento de la Catedral se pagara con los fondos que genera la visita cultural. Se trata del modelo puesto en práctica por el canónigo Francisco Navarro tras la Exposición Universal de 1992, cuando la Catedral acogió la muestra Magna Hispalensis, considerado el punto de partida de un modelo que no ha estado exento de polémica, pues hay quien critica que en ocasiones la Catedral parece exclusivamente puesta al servicio de los turistas y excesivamente cargada de vallas de seguridad.

Alfonso Jiménez (Sevilla, 1946) presentó tras el pasado verano su dimisión en una carta dirigida al Cabildo Catedral en la que alegaba "razones de edad" para dejar de cumplir como arquitecto conservador del templo metropolitano, al que está vinculado desde 1979 y donde ejerce oficialmente como tal desde 1987. Suyos son la gran mayoría de los grandes proyectos de restauración que han sido tomados como modelo en otras catedrales de España y que motivaron que recogiera junto a Teresa Laguna el Premio Nacional de Bellas Artes, en la modalidad de Restauración y Conservación de Bienes Culturales.

La dimisión de Jiménez es un paso más en la renovación de los principales cargos de la diócesis (curia, parroquias, conservadores y entidades varias) desde la llegada de Juan José Asenjo al Palacio Arzobispal hace ya más de cinco años. Jiménez ha afrontado desde la referida restauración de los pilares agrietados del trascoro (junto con el ingeniero José Luis Manzanares) a la de las portadas artísticas de la Catedral ennegrecidas por el tráfico rodado de la Avenida.

La restauración del retablo mayor

La profesora Teresa Laguna Paúl, del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, ha volcado en numerosas publicaciones y conferencias su labor de conservación de los bienes muebles de la Catedral desde 1998. Es una experta en la de la obra de Lorenzo Mercadante de Bretaña, cuyas imágenes adornan las portadas de la Catedral, en la Capilla Real, en los ritos y ceremonias en la Catedral de Sevilla en el segundo tercio del siglo XVII y, por supuesto, en los libros de altar y coro, de los que el templo metropolitano tiene una colección espléndida. Su última gran participación en restauraciones en la Catedral ha sido la del retablo mayor de la catedral de Sevilla, una labor realizada desde 2012 por la empresa especializada Ágora S.L. con un equipo de 16 restauradores, historiadores, aparejadores y carpinteros y que ha contado con una inversión de 1.622.601 euros sufragada por el Cabildo Catedral mediante los ingresos por visitas turísticas, la gran fuente de ingresos del templo metropolitano. Gracias a este proyecto, la Catedral recuperó la "gran Biblia en imágenes de madera" que constituye el retablo mayor del templo, que ha recuperado así todo su esplendor y su estética original como gran retablo dorado.

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