DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Puntadas con hilo

La transformación del PSOE

  • Los socialistas han tenido cuatro años para aprender de sus errores y forjar un alcaldable y un partido más fuerte Espadas ya trabaja con su 'núcleo duro' en clave gobierno. ¿Es ésta su hora?.

EL PSOE se presentó a las elecciones municipales hace cuatro años con un partido mal remendado e incapaz de superar el desgaste de 12 años de gobierno, con sus aciertos y sus errores. Algunos tan imperdonables que derivaron en votos para el principal rival. El PP reventó incluso las mejores encuestas con una mayoría absoluta sin precedentes que no dejó al PSOE otra opción que utilizar el mandato para enmendar sus fallos, desligarse de la peor herencia y fortalecer al partido y al candidato, que ni siquiera era bien visto por una parte de la militancia.

La tarea no era fácil y, además, empezaba por ordenar la propia casa, la del PSOE. A pesar del empuje de Susana Díaz, que tomó las riendas del partido, a Juan Espadas, el candidato y el perdedor de aquellas elecciones de 2011, le ha costado ganarse la consideración fuera y también dentro. Cuatro años después, los datos de participación en el proceso de elección del alcaldable de la capital facilitados esta semana demuestran que la militancia ha vuelto a movilizarse, que el propio Espadas se ve ahora en el traje de alcalde (eso es básico) y que, con disciplina y buen criterio, el PSOE ha sido capaz de crear un equipo, una candidatura equilibrada donde se mezclan los perfiles técnicos y de gestión que un Ayuntamiento necesita con el compromiso de la militancia y su capacidad para movilizar el voto.

Dice Espadas que su lista a las municipales de mayo es una lista de gobierno y, de hecho, incluso sus responsabilidades están ya establecidas. Al menos las del núcleo duro, que componen cinco personas. Hasta el número 16 de la lista -es la posición con la que alcanzaría la mayoría absoluta- todos tienen ya claros cuáles son sus cometidos de aquí a que empiece oficialmente la campaña.

El adelanto de las elecciones autonómicas ha alterado los planes de Espadas, que ahora se verá obligado a compaginar ese trabajo de coordinación, diagnóstico y búsqueda de propuestas con la campaña para pedir el voto para Susana Díaz. A la organización del grupo -no hay que olvidar que el Ayuntamiento sigue funcionando- se suman las tareas de la oficina electoral, el gabinete del candidato y ahora un consejo que componen algunos miembros de la recién presentada candidatura que ya piensan en clave de gobernar.

Espadas tiene en la cabeza, y en sus papeles, que su estructura de gestión será distinta a la del actual alcalde, Juan Ignacio Zoido. De entrada, la principal área que pretende reforzar tiene que ver con el reflotamiento económico de la capital, con la búsqueda de inversores y de proyectos que se conviertan en el motor de la economía local: de su industria, su comercio y su Puerto, por ejemplo. Y está cantado que la persona elegida para esa misión es la número 2 de la lista, Carmen Castreño, todavía presidenta de la Autoridad Portuaria y defensora del dragado. Su papel será fundamental para orquestar la cooperación necesaria con otros municipios del área metropolitana, como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra o La Rinconada, que conformen la soñada por muchos Gran Sevilla.

Esta área iría de la mano de otra, el Urbanismo y la definición de un modelo de ciudad, de lo que se encargaría Antonio Muñoz, cuyo trabajo ha avalado la dirección del partido con el número 3 en la lista, y que formaría un grupo de trabajo con Castreño para sacar adelante las mejores oportunidades para la ciudad. Un equipo que, en principio, tendría que ver más con el desarrollo de la ciudad y su economía que con el empleo y sus programas de fomento, que podrían ser competencia de otro edil.

La incorporación en puestos de salida de Joaquín Castillo, ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y experto con experiencia en administraciones públicas, permite a Espadas cubrir el flanco de la Hacienda y Personal, en quien ven un buen interlocutor con los sindicatos. Y hay otro miembro que podría incluirse en ese núcleo duro a quien se encomendaría otro pilar importante: las políticas sociales, para quien da buena postura el médico Juan Manuel Flores.

La seguridad, también clave, podría ser labor de Juan Cabrera, que, además, tiene el perfil de concejal de Fiestas Mayores, una delegación que no se debe descuidar y para quien ya hay pensado un director de área. Los socialistas seguirán en los próximos meses dándole vueltas a la estructura y a los distritos, pues apuestan por una descentralización real.

Quizás el PSOE está más preparado que nunca o, al menos, más que en 2011. Los socialistas han sabido cambiar su partido. El problema es que la sociedad hoy no es la misma, se ha transformado y libra una lucha en contra del bipartidismo. Además, Espadas también tiene un pasado que los votantes van a puntuar. Cualquier hipótesis de trabajo es eso, una suposición. Pero a mayo todos deben llegar con los deberes y los equipos hechos.

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