La crisis económica que viene sufriendo España desde 2007 ha multiplicado las demandas de padres e hijos que se denuncian entre sí, alegando los segundos que la tasa de desempleo juvenil (la segunda más alta de Europa, sólo por detrás de Grecia) les impide encontrar un trabajo para valerse por sí mismos. En la provincia de Sevilla son seis de cada diez jóvenes menores de 25 años los que se encuentran sin trabajo. Tampoco mejoran mucho los datos si ampliamos el arco de edad hasta los 35: el desempleo afecta a cuatro de cada diez personas, más del doble que hace siete años. Con esas cifras se puede entender que sólo en el último año han sido varias las sentencias que han obligado a los padres a seguir pagando la pensión a hijos de incluso 30 años debido a la complicada situación económica. 

Y el problema no se queda sólo ahí: afecta a la emancipación, la formación de las familias y las perspectivas de futuro de la mayoría de los jóvenes. Un 22% de los menores de 30 años viven fuera del hogar familiar. Y cuando se pasa de esa edad, aún un 25,5% de entre 30 y 34 años no se han independizado. El sindicato Comisiones Obreras desveló este miércoles que las personas ocupadas en la provincia han descendido desde las 325.700 que había antes del comienzo de la crisis, hasta las 188.300 que tenemos hoy en día. El secretario general del sindicato, Alfonso Vidán, y la secretaria de Juventud, Sara de los Reyes, fueron los encargados de presentar este negro panorama. El primero destacó que "el mensaje de recuperación lanzado por el Gobierno de Mariano Rajoy no se corresponde con la realidad" al mostrar las cifras que el paro no ha dejado de aumentar, al igual que los niveles de temporalidad. Los contratos firmados por menores de 30 años que no duran más de un mes han pasado de representar el 23,7% del total entre enero y noviembre de 2007 al 38,8% en el mismo periodo de 2014. "La precariedad es la tónica general, con estas condiciones laborales podemos hablar de que en la mayoría de los casos estamos hablando de trabajadores en activo pobres", lamentó el secretario general del sindicato. Los expertos consultados niegan la asociación entre primer empleo y temporalidad, ya que a medida que la edad va avanzando, el problema se va asentando. Entre los contratos de menos de un mes firmados por jóvenes, el 45% corresponde a personas de entre 25 y 29 años. 

Partiendo de la temporalidad y parcialidad de los contratos de trabajo de las personas jóvenes (51,5% y 26,8%, respectivamente), la secretaria de Juventud afirmó que "sólo tres de cada diez jóvenes en Sevilla pueden plantearse unas perspectivas dignas de futuro, aunque algunos con un presente muy negro por la parcialidad". Los datos mostrados por el sindicato desvelan que el sueldo medio mensual es de 726 euros. Al año, un menor de 35 años ingresa casi 9.000 euros menos que una persona trabajadora de más edad. Estos salarios unidos al aumento de los precios de los alquileres en la provincia hacen que los jóvenes estén sufriendo en Sevilla, según De los Reyes, "el síndrome del estudiante perpetuo, ya que siguen viviendo en casa de sus padres o se ven obligados a compartir piso si quieren emanciparse". La ministra de Trabajo calculó hace unos meses que más de 300.000 personas de menos de 30 años se han marchado del país desde el comienzo de la crisis. Cerca de un 68% más se lo están planteando seriamente, según un estudio reciente realizado por la Comisión Europea. Más leña: el informe Panorama de la Educación 2014 concluyó que el desempleo de los titulados españoles triplica la media de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Y apuntala datos como que aumenta la brecha de los jóvenes de 15 a 29 años que ni estudian ni trabajan, los llamados ninis, y que los contratos que firman son mucho más precarios. 

Desde el sindicato también se alerta que las pocas personas que cuentan con un puesto de trabajo no pueden formar una familia "o crear un proyecto de vida y futuro" a causa de los salarios tan bajos. Vidán solicitó que a los planes de choque contra el desempleo juvenil hay que buscar que los jóvenes comiencen a ocupar puestos estructurales en las plantillas. La situación que evidencian estos datos ha provocado que el saldo migratorio de los jóvenes en la provincia de Sevilla se haya revertido en los últimos años, pasando de un saldo positivo de 3.744 personas en 2008 a uno negativo de hasta 1.240 personas en 2013.