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Sevilla

Los alumnos de la Politécnica protestan por las carencias del centro

  • Estudiantes y profesores reclaman la construcción de un nuevo edificio en Los Bermejales, un proyecto aprobado en 2010

Una biblioteca con 180 puestos de estudios para cerca de 2.800 alumnos; exámenes en los que cuatro alumnos tienen que compartir un microscopio; y clases en casetas prefabricadas. Unos 600 estudiantes de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla protestaron ayer, con el apoyo de los profesores y la dirección del centro, por las malas condiciones del edificio, acentuado, principalmente, por la falta de espacio.

Desde hace 20 años, la dirección de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla reclama un nuevo edificio, proyecto que se comenzó a gestarse en 2010 con la cesión de una parcela municipal en Los Bermejales para la construcción de la nueva sede a cambio de que la Universidad de Sevilla asumiera la construcción de un centro cívico en el barrio. Esto supondría el traslado del centro desde Los Remedios a Los Bermejales. Pero los recortes de la Junta de Andalucía, principal inversor, motivados por la crisis económica sentenció el proyecto.

"El edificio, construido en 1948, se diseñó para albergar a entre 300 y 400 alumnos, ahora somos casi 3.000 personas en el mismo espacio", destaca Jorge Jesús Vázquez, director de la Escuela Politécnica Superior. "La falta de espacio es clara. Lo normal sería unos 10 metros cuadrados por alumno; aquí tenemos entre 3 y 4 metros cuadrados por alumno".

"Hay una foto antigua de la biblioteca con una mesa alargada con 20 sillas. No había más. Hoy, el espacio es el mismo, la biblioteca tiene las mismas dimensiones que antes", apunta Vázquez. El director lamenta, al mismo tiempo, las dificultades existentes para el desarrollo de una actividad investigadora en el centro: "No hay talleres ni laboratorios suficientes, ni espacio para nuevos equipos. Un investigador no puede estar constantemente desmontando su proyecto para que los estudiantes realicen sus prácticas y se imparta clase", explica Vázquez. "La sensación de ahogo es constante".

Desde la Delegación de Alumnos de la Escuela Politécnica Superior opinan que los jóvenes de este centro no estudian "en igualdad de condiciones" en comparación con los estudiantes de otras facultades de la Universidad de Sevilla y otras Escuelas de Ingeniería. "En clase, tenemos un torno de mecanizado por cada tres alumnos y un microscopio para cada cuatro", señala Jesús Gallardo. Además, "las aulas están saturadas": "El Plan Bolonia apuesta por clases con 30 ó 40 alumnos, aquí somos más de 100. Esto es una situación injusta tanto para los alumnos como para los profesores".

La Universidad de Sevilla no es ajena a la polémica y, por ello, expresa su apoyo "absoluto" a una reivindicación que es "perfectamente sensata", según explica el vicerrector de Infraestructuras, Carlos León. Éste confirma que la Escuela -en la que se imparten cinco títulos de Ingeniería, tres dobles grados de Ingeniería y cuatro másteres- requiere un espacio tres veces mayor al actual, de unos 10.000 metros cuadrados, para poder impartir clases en las condiciones idóneas.

Tras el acuerdo firmado entre la Hispalense y el Ayuntamiento de Sevilla en 2010 para la concesión del terreno durante un periodo de 75 años, los problemas de financiación han paralizado el proyecto. La Junta de Andalucía, a través del Plan Plurianual de Inversiones para las Universidades Públicas de Andalucía, financiaría la mayor parte del proyecto. Pero con la crisis, la Administración andaluza paralizó los proyectos aún sin iniciar.

"La Universidad no tiene capacidad económica para pagar un proyecto de 30 millones de euros. Necesitamos que nuestra administración de referencia, la Junta, nos ayude", apunta León. "No pedimos que entregue ahora todo el dinero, pero, para iniciar las obras, necesitamos la garantía de que se van a realizar pagos regulares". La Universidad descarta buscar alternativas, como nuevos grupos de inversión o modelos de financiación: "No hay otra alternativa más allá de la financiación pública". La Hispalense asegura que insistirá en el asunto tras las elecciones del 22 de marzo y los alumnos ya preparan una nueva movilización para abril.

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