El rey Felipe VI pudo comprobar ayer in situ por qué Persán se ha convertido en toda una referencia en el sector de los productos de limpieza. El Monarca visitó la fábrica de la empresa sevillana, donde presidió la celebración de su 75 aniversario, y conoció de primera mano cómo este fabricante ha logrado que uno de cada tres lavados de ropa en España se realice con sus detergentes y uno de cada dos con sus suavizantes. "Persán es un magnífico ejemplo de compañía moderna y de filosofía de gobierno como empresa familiar", enfatizó el Monarca durante el tour por la factoría en el que estuvo acompañado por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el presidente de Persán, José Moya Sanabria; el CEO de la empresa, Antonio Somé; y la presidenta de la Fundación Persán, Concha Yoldi. 

Los pilares en los que se asienta el éxito de la compañía de la familia Moya-Yoldi son fundamentalmente dos: su apuesta incondicional por la innovación y su alianza con Mercadona, del que es interproveedor y al que suministra productos de limpieza bajo la marca Bosque Verde. Unos argumentos que el presidente de Persán explicó al Rey a primera hora durante un encuentro con la dirección. Asimismo, abundó en las cifras de la compañía, que facturó 372 millones de euros en 2014 (un 4,5% más que el año anterior), ganó 29,3 millones (-15,8%), invirtió 16,9 millones y empleó a 800 personas (+14%). En esta reunión, el hijo mayor, José Moya Yoldi, secretario del consejo de Persán, reafirmó el compromiso de la siguiente generación familiar con la empresa y con el mantenimiento de su liderazgo. Por su parte, Concha Yoldi explicó al Monarca la actividad que lleva a cabo la Fundación Persán, creada en 2006 y que, si en un principio se ciñó a la formación para el empleo para inmigrantes, con la crisis amplió su foco al prestar ayuda también a los españoles, a ofrecer cursos de emprendimiento para jóvenes y actualmente también para adultos. 

Precisamente, el tema de la responsabilidad social corporativa de la empresa, así como la innovación tecnológica fueron los aspectos que mayor interés despertaron en Felipe VI. "Sencillez y conocimiento son las dos palabras que definen al Rey", indicaron el presidente y el CEO de Persán. "En todas sus preguntas se aprecia el altísimo conocimiento que tiene del mundo industrial; estamos impresionados gratamente con lo formado que está", subrayaron. Y es que el Monarca planteó todo tipo de cuestiones en su visita a la fábrica ubicada en el Polígono El Pino. I+D+i, patentes, recursos humanos, acción social, planes de expansión... fueron algunos de los temas que se tocaron a lo largo de la mañana. 

Pero la cosa no se quedó ahí, sino que Felipe VI incluso dio un consejo a los directivos de la compañía sevillana. "Nos ha regalado una idea; ha hecho hincapié en que nuestra salida internacional la hagamos acompañada de planes de responsabilidad social corporativa, puesto que ello hará que seamos bien recibidos en los nuevos territorios", avanzó Moya Sanabria. El presidente de Persán reconoció que, a veces, este tipo de acciones se quedan sólo en la zona de origen de las empresas, pero que el Monarca instó a que las acometan también en los mercados de implantación como una vía de ganarse el apoyo de las sociedades locales a sus proyectos. 

El Rey se encargó de inaugurar oficialmente las últimas instalaciones de la factoría: un laboratorio de I+D de 800 metros cuadrados, un almacén automático con capacidad para 40.000 palés, y las unidades de fabricación de detergentes en cápsulas. En su visita por estos departamentos, tuvo ocasión de hablar con los trabajadores de la empresa y de conocer sus inquietudes. A su término, descubrió un monolito conmemorativo del 75 aniversario de la empresa familiar y recibió el agradecimiento del presidente de Persán, que subrayó el respaldo de la Corona al empresariado y, en concreto, al espíritu innovador de quienes han trabajado en la factoría desde 1940. 

"Somos un buen ejemplo de la envergadura de Andalucía más allá de los tópicos. Sevilla es industria, Andalucía es industria. El ser una primera potencia agraria ha facilitado el desarrollo de una industria agroalimentaria con gran capacidad de crecimiento; pero somos mucho más que eso. Tenemos en nuestra comunidad líderes industriales en alimentación y bebidas, pero también en minería, automoción, textil, piedra artificial, o industria química", enfatizó Moya Sanabria en el discurso que puso punto y final a la visita del Monarca. Una intervención en la que también hubo lugar para la autocrítica: "No somos muchos, necesitamos al menos duplicar la componente industrial en el PIB andaluz para poder considerarnos una región desarrollada y crear empleo estable y de calidad. Pero, créame, somos buenos. Y queremos ser todavía mejores", sentenció. Y, por último, lanzó un guiño político: "En Andalucía siempre se sentirá en su casa, por la manera tan cómoda que tenemos en esta tierra de ejercer de españoles y andaluces al mismo tiempo, con toda naturalidad", concluyó.