Barreras arquitectónicas

La ciudad inaccesible

  • Asociaciones de discapacitados y plataformas ciudadanas denuncian la ineficacia de la ordenanza municipal de accesibilidad en vigor desde agosto.

En menos de un año, Myriam Arnaiz ha presentado tres reclamaciones a Metropol Parasol. Una ristra de escalones impiden a las personas de movilidad reducida acceder a la parte más alta del mirador, aspecto "llamativo" si se tiene en cuenta que el moderno edifico dispone de numerosas rampas. "Dicen que las vistas desde arriba son espectaculares", se lamenta esta psicóloga de 27 años que sufre displasia diastrófica, un trastorno genético que le obliga a ir en silla de ruedas.

El pasado mes de agosto, seis meses después de su aprobación, entró en vigor la ordenanza municipal para la accesibilidad universal. El Ayuntamiento tenía "la firme voluntad de convertir el municipio en una ciudad accesible". Ocho meses después, plataformas ciudadanas como Peatones Sevilla y ViAndalucía, además de la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Sevilla (Cocemfe) y el Grupo municipal Socialista, hablan de un "balance negativo". "Se han hecho cosas, pero son insuficientes", apunta Juan Manuel Flores, concejal socialista en el Ayuntamiento de Sevilla. "No se ha visto ningún avance", completa Miguel Ramos, de Cocemfe Sevilla.

Según el Ayuntamiento de Sevilla, la Gerencia de Urbanismo promueve obras de reurbanización y mejoras de la accesibilidad en el espacio público en colaboración con los distritos. En los últimos tres años la inversión en accesibilidad ha aumento "progresivamente", según citan desde el Consistorio. En 2014, la inversión total fue de 5.393.958 euros, frente al 1.817.209 euros de 2012. El Ayuntamiento, destaca, de este modo, la reurbanización de San Luis y Placentines, promovida por Emasesa, además de Jesús del Gran Poder, Santa Clara, Guadalquivir, Carmen y Cigüeña.

Sin embargo, ninguna de las obras llevadas a cabo durante este mandato, según denuncia el PSOE, han obtenido el visado de la oficina de accesibilidad adscrita a la Gerencia de Urbanismo. Las obras y proyectos cuya licencia fue concedida o solicitada antes del 25 de agosto de 2014 estaban exentas de cumplir la norma, a pesar de que la ordenanza se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) en febrero de 2014. Además, aplaza la obligación de adaptar los espacios públicos y edificaciones existentes antes de la entrada en vigor de la ordenanza hasta el 4 de diciembre de 2017.

"Existe muy poco control sobre las obras que se están haciendo. No se inspeccionan los resultados", señala Coral Hortal, presidenta de ViAndalucía. "En muchos casos, se invierte dinero para rebajar el acerado y se hace mal, no se cumplen los criterios de la normativa en cuanto a sus dimensiones o el grado de inclinación". Coral Hortal pone de ejemplo la calle Jesús del Gran Poder, reurbanizada recientemente. "Hay tramos en los que no se puede transitar. La acera es tan estrecha o el bordillo tan alto que tienes que darte la vuelta porque no puedes bajarte", apunta la representante de la plataforma ViAndalucía.

Myriam Ariza y Coral Hortal coinciden al señalar cómo durante "unos quince días" no pueden acudir a las calles más comerciales del centro, ya que "tapan los rasantes de la Campana con las sillas de la Semana Santa": "Anteponen el interés comercial y económico al derecho de los ciudadanos", manifiesta Coral Hortal.

La normativa municipal también contempla la implantación progresiva por parte de Sevici de triciclos para adultos hasta alcanzar un mínimo de uno por cada 15 unidades repartidos por sus aparcamientos, aspecto que aún no se ha puesto en marcha; además de la instalación de contenedores de residuos que "no interfieran en el itinerario peatonal" y "accesibles". En este sentido, desde Cocemfe apuntan que los nuevos contenedores instalados recientemente de recogida de aceite y ropa "no se ajustan a la normativa", ya que el primero "se acciona mediante un pedal", y el de ropa usada tiene la apertura en la parte más alta del contenedor: "Imposibles de utilizar para una persona discapacitada", denuncia Miguel Ramón García, del departamento de accesibilidad de Cocemfe-Sevilla.

Desde la federación destacan, también, la falta de información sobre la zona azul. Según la ordenanza municipal, las personas con movilidad reducida acreditadas y empadronadas en Sevilla podrán aparcar de forma gratuita en la zona azul, no así las personas del resto de la provincia: "La normativa de la Junta de Andalucía establece que las personas que dispongan de una tarjeta de minusválido podrán aparcar sin límite de tiempo en la zona azul, pero no dice que sea gratuita. Éste vacío es aprovechado por el Ayuntamiento para cobrar y las personas de fuera no lo saben y las multan, ya que cada ayuntamiento tiene una norma", apunta Miguel Ramón García. "Hay varias normativas vigentes sobre accesibilidad, una nacional, otra autonómica y la municipal, que se solapan entre ellas y en algunos aspectos son incompatibles".

El Ayuntamiento se comprometió a elaborar un mapa con la ubicación de las plazas de aparcamientos accesibles que publicaría en la web municipal, mapa del que Cocemfe aún no tiene constancia.

La federación también critica las actuaciones realizadas recientemente en el parque Guadaíra, "con caminos de piedras" y "mobiliario urbano y juegos adaptados insuficientes". El Ayuntamiento, por su parte, asegura que se ha invertido cerca de un millón de euros en instalar juegos infantiles adaptados para personas con movilidad reducida en parques como el de Santa Justa, la Buhaira o Guadaíra, algunos aún en proceso. Además, se han destinado 500.000 euros desde 2013 para la adaptación de las paradas de Tussam.

El Grupo municipal Socialista considera que se han perdido cuatro años en esta materia, ya que en abril de 2011 ya "se aprobó por unanimidad en el pleno una ordenanza más ambiciosa y completa, que Zoido guardó en un cajón", según apunta el concejal Juan Manuel Flores. "Hay que invertir más en accesibilidad y poner en valor los informes técnicos de la Oficina de Accesibilidad, que todas las obras de gran calado pasen antes por esta oficina", señala el socialista.

Las diferentes plataformas ciudadanas consultadas piden "un mayor respeto" y "toma de conciencia" para que no se den casos como el de Myriam Arnaiz que, cuando acude al cine Alameda, necesita que alguien la coja en brazos para subir las escalinatas que dan acceso a las salas.

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