La Torre Pelli cuenta ya con licencia de ocupación para 24 plantas, por lo que podrían acoger actividad de un momento a otro. Fuentes de Caixabank confirmaron a este periódico que dicho permiso ha sido concedido por la Gerencia de Urbanismo recientemente. La licencia también se ha otorgado al edificio que sirve de basamento y a las plantas 2 y 3 del aparcamiento, lo que indica que la intención de la entidad financiera es facilitar que los futuros inquilinos del rascacielos empiecen a trabajar cuando deseen.

Cada vez falta menos para que la Torre Pelli esté habitada. La Gerencia de Urbanismo ha concedido la licencia de ocupación a 24 de sus 39 plantas, es decir, al 63% del edificio. La zona que cuenta con este permiso acogerá la mayoría de las oficinas, que cuentan con una extensión que oscila entre los 250 y los 1.500 metros cuadrados. La sociedad Puerto Triana, que explota el rascacielos, ha recibido ya la solicitud de 70 empresas que han mostrado su interés por instalarse en la torre que marca la nueva altura de Sevilla.

El precio de alquiler varía en función del contrato, aunque la citada sociedad ya adelantó que éste se sitúa en unos 15 euros por metro cuadrado al mes. Una cantidad que no es genérica, pues el contrato dependerá del espacio que se solicite así como de las vistas que quiera el cliente.

Queda, por tanto, sin licencia de ocupación el hotel de cinco estrellas que ocupará el edificio -bautizado por La Caixa como Torre Sevilla- desde la planta 25 a la 37 (las dos últimas son de exclusivo uso técnico). Esta zona, además, se encuentra en bruto, a la espera de que la Junta de Andalucía autorice dicho establecimiento, el primero de la comunidad en un rascacielos.

Uno de los reparos del Ejecutivo autonómico a que este hotel -que explotaría la cadena Hotusa- se ponga en marcha es la carencia de una escalera de evacuación independiente y de ventilación exterior en las habitaciones, dos requisitos exigidos por la normativa andaluza para abrir un hotel. El rechazo se produjo a principios de año y supuso un duro varapalo para un proyecto que, en principio, estaba previsto que se inaugurase durante el primer semestre de 2015.

En aquel entonces la Consejería de Turismo y Comercio -órgano competente en esta materia- estaba dirigida por IU. El futuro del hotel depende ahora, en buena medida, de la formación del Gobierno autonómico. Lo que está claro es que se trata del primer establecimiento que reúne estas características en Andalucía, por lo que resulta complicado su encaje en una normativa aprobada en 2004. Prácticamente requiere de una nueva ley adaptada a sus circunstancias. Mientras no se inaugure, no se alquilará de la planta 19 a la 25 para evitar molestias a sus inquilinos.