Sevilla

Talan medio centenar de pinos en el parque Infanta Elena

  • Los árboles están casi tocando unos cables de alta tensión, lo que genera un riesgo para los usuarios del recinto.

El Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado la tala de aproximadamente medio centenar de pinos en el Parque Infanta Elena, en Sevilla Este. El principal motivo por el que se ha tomado esta decisión es una cuestión de seguridad, ya que las copas de los pinos están muy cerca de unos cables de alta tensión, de manera que se crea un arco de electricidad que puede poner en riesgo la integridad de los usuarios del parque. En los últimos días se han cortado ya unos 45 árboles, de los que 15 estaban verdes y el resto seco. Es posible que en las próximas semanas haya que talar algunos más.

Además, los pinos están colocados muy cerca unos de otros, lo que ha provocado que se estén estrangulando entre ellos, ya que las raíces luchan por obtener agua y nutrientes, de manera que se terminan asfixiando. Esto explica que la mayoría de los que se hayan talado ya estén secos. Este problema es parecido al que ha motivado la tala de otros 620 pinos en el Parque del Alamillo, prácticamente el 95% de los árboles de esta especie que había en esta zona verde. Los pinos del Alamillo se mueren estrangulados por sus propias raíces, lo que provoca que su estabilidad se debilite y el riesgo de caídas aumente.

Tanto en el parque Infanta Elena como en el Alamillo, el origen de este problema está en la plantación y en el tiempo que los árboles permanecieron en macetas o con las raíces escayoladas antes de ser replantados. Al aguantar más tiempo de lo debido así, las raíces no tenían espacio suficiente para crecer y, en lugar de expandirse hacia abajo o de forma lateral, se fueron enrollando en el tronco. Una vez plantados en el parque, las raíces se siguieron enrollando mal, rodeando el tronco en su base enterrada bajo tierra.

Esta malformación ha provocado que la sección el tronco se haya ido reduciendo paulatinamente hasta aproximadamente la mitad del diámetro que deberiá tener en su base bajo tierra. Los árboles crecen en forma de lápiz, muy espigados por arriba, de manera que carecen de estabilidad. El problema se agudiza con el tiempo sin que se pueda hacer nada por evitarlo.

En el caso del Alamillo, se han derrumbado varios árboles de gran porte en distintas zonas del parque. Esto motivó que la Junta iniciara un estudio de los pinos y descubriera que 620 de los 657 que hay en el recinto sufrieran estrangulamiento.

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