Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

Evolución demográfica

Un farmacéutico de Lebrija en Tasmania

  • José Luis Cordero trabaja desde 2011 en la isla australiana, donde ha abierto una tienda para bebés.

De Lebrija a Tasmania pasando por Inglaterra. A sus 38 años José Luis Cordero se ha convertido en un hombre de mundo. Toda su trayectoria laboral la ha desarrollado fuera de España. De profesión farmacéutico, este lebrijano decidió en 2002, cuando tenía 21 años, marcharse a tierras británicas para estudiar y trabajar. Allí permaneció una década. Primero como director de farmacia y luego como farmacéutico clínico.

"Desempeñé este cargo en el hospital de la ciudad inglesa de Bath. Allí conocí a mi mujer, Libby, que es médico", explica Cordero. Pasado un tiempo decidió disfrutar con un amigo de lo que allí se conoce como gap year, un año sabático en el extranjero. "Es una costumbre que tienen los ingleses antes de entrar en la universidad o cuando acaban los estudios", explica este lebrijano, quien estuvo tres meses viajando por varios países, entre ellos, el estado australiano de Tasmania, lugar de origen de su entonces novia.

En 2009 se casó con Libby en Lebrija. Dos años después se marcharon a Tasmania, donde se encontraba su familia política. "La situación en España, en plena crisis, estaba muy mal y en Inglaterra no teníamos ningún familiar cercano, por lo que decidimos irnos a este rincón de Oceanía", recuerda este emigrante. Una vez allí, y tras homologar su título de farmacéutico, encontró trabajo como especialista en revisar la medicación de los pacientes, una profesión que incentiva este estado con la que reduce los ingresos clínicos. "A Tasmania le resulta más barato un profesional que visite a los enfermos para vigilar su medicación ya que evita su ingreso en el hospital", explica Cordero, que también ha abierto con su mujer y cuñada una tienda para bebés.

El nivel de vida allí es mucho más elevado que en España. Los salarios de cada profesión están regulados por hora y existe una estricta vigilancia para cumplirlos. La empleada de una tienda cobra un mínimo de 22 dólares por hora. Las profesiones mejor pagadas son las relacionadas con la construcción: albañiles, fontaneros y electricistas coronan el ranking de los sueldos. "Aquí ganan más que un médico porque hay mucha demanda y poca mano de obra especializada. Pueden llegar a cobrar unos 90 euros por hora", afirma este lebrijano al que una pequeña reforma en su casa australiana le cuesta 300.000 euros.

"Tasmania supone una excelente oportunidad para quienes se hayan quedado en paro tras el desplome de la construcción en España, aunque lo más difícil es conseguir el visado de permanencia", asegura Cordero, quien reside en la ciudad de Hobart, capital de la isla, en el suburbio de Sandy Bay.

"Esto es un paraíso, un estado casi virgen. En un día se pueden vivir las cuatro estaciones: nieva, llueve y hace calor en menos de 24 horas", explica este lebrijano que no puede bañarse en las playas por la gélida temperatura del agua. "El mar está muy frío por su cercanía con la Antártida, a lo que se suma la proximidad con el agujero de la capa de ozono, lo que obliga a que los niños se protejan del sol con manga larga y sombrero", detalla Cordero, quien estos días sí se permite algún que otro chapuzón en las playas de Rota, donde disfruta de unas vacaciones antes de regresar a la tierra donde, por ahora, se asienta el futuro de su familia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios