En un año de marcado carácter electoral -con tres comicios en Andalucía- la Cámara de Comercio no podía dejar la política al margen de la encuesta. La primera cuestión concerniente a ella pregunta a los jóvenes sobre si consideran que dicha actividad es una profesión. El 61,3% entiende que sí, mientras que un 38,7% considera que no. También resulta interesante la pregunta formulada sobre los estudios que debe poseer la persona que se dedique a la política. Aquí el resultado es aplastante. El 80% estima que han de ser universitarios, lo que deja en cifras muy reducidas las otras opciones formativas.

Respecto a los estudios en los que ha de matricularse quien opte a ser político, el 34,8% de los encuestados opina que debe ser Ciencias Políticas. La segunda enseñanza por la que más se decantan los jóvenes en la preparación de un político es Derecho (14,8%), seguido del doble grado en Derecho y Ciencias Políticas (10,1%) y Economía (6,9%).

Pese a la apreciación mayoritaria de la política como un oficio, son muy pocos los jóvenes sevillanos que se decantan por ella como una salida laboral. Sólo el 17,5% se dedicaría a ella, lo que demuestra también la devaluación entre los estudiantes de las enseñanzas medias de lo que en su día se denominó como arte de la política. Una baja valoración que debe contextualizarse en una época marcada por continuos casos de corrupción en dicho ámbito.

Otro dato interesante del informe se refiere a la posibilidad de abandonar los estudios cuando se encuentra un trabajo. Una de las pocas consecuencias positivas que ha dejado la crisis entre los jóvenes es la concienciación de que resulta imprescindible una formación cada vez más completa para lograr una inserción de calidad en el mercado laboral, de ahí que el 91% de los entrevistados se decanten por seguir estudiando pese a encontrar un trabajo. Esta respuesta hubiera sido bastante distinta si se llega a formular en los años del auge inmobiliario, un sector que en aquel entonces permitía sueldos bien remunerados, lo que provocó que muchos jóvenes que iban mal en los estudios los abandonaran.