La cita era a las 10:00, pero se demoró un cuarto de hora. Ya no es alcalde, pero no logra zafarse de los retrasos. Juan Ignacio Zoido ha tardado 18 días -desde que se constituyó la corporación municipal- en acudir a un acto público como portavoz del PP en el Ayuntamiento hispalense, el principal grupo de la oposición. Lo hizo bastante alejado del centro. En la escuela de verano del barrio de Su Eminencia. Fue su primera comparecencia de la jornada. Luego acudió a una entrevista en la Cope. En ambos sitios dejó claro que piensa seguir de concejal mientras se sienta "útil" para la ciudad. De momento, no entra en sus planes huir. Una intención que concretó en una frase: "No me gusta salir corriendo".

Apoyado en el tronco de un árbol, con la mirada perdida y acompañado de los concejales Dolores de Pablo-Blanco y Alberto Díaz; y el nuevo jefe de gabinete del grupo popular, José Miguel Luque. Así permaneció Zoido casi media hora en la escuela de verano de Su Eminencia, un proyecto que se puso en marcha de forma experimental el año pasado, cuando tenía la vara de mando. Era la primera vez que se enfrentaba a los micrófonos en plena calle en su nuevo cargo tras perder la Alcaldía. La pregunta estaba cantada: ¿Se quedará usted hasta 2019? La respuesta no fue monosílaba. Ni afirmativa ni negativa. Zoido prefirió no ponerle fecha de caducidad a su acta de concejal. "Mientras yo sea útil para Sevilla, estaré en el Ayuntamiento", afirmó el portavoz del PP, no sin antes recordar esa especie de consigna que ha venido repitiendo desde los últimos comicios: "Estamos resignados a ganar las elecciones y quedarnos en la oposición".

Casi las mismas palabras empleó pocas horas más tarde en la radio: "Hay que saber estar cuando las circunstancias son favorables y cuando tras el pacto de perdedores nos han arrebatado la Alcaldía. Fuera lo que fuera, siempre voy a ponerme a disposición de los sevillanos, siempre y cuando les sea útil".

Queda, por tanto, en el aire si dicha utilidad estará vigente hasta 2019 o podría estar finiquitada en función de los resultados de los próximos comicios generales. "No me arrastro por un puesto, pero mientras sea útil, daré la cara", fue otra de las declaraciones de Zoido en Su Eminencia.

La composición del grupo municipal del PP acaparó otro de los asuntos del día. "No voy a marcar el funcionamiento por áreas, sino por personas, pues difícilmente se puede encontrar a un grupo más capacitado como el de nosotros", aseveró -sin complejo alguno- Zoido, a quien no le quedó más remedio que referirse a la distribución que el nuevo gobierno local ha hecho de los concejales con dedicación exclusiva en función de la ley Montoro, la misma que los populares han apoyado y que les ha provocado más de un dolor de cabeza estos días. "Aquí no vamos a repartir ningún sillón, pero no ha habido proporcionalidad en la distribución", manifestó el portavoz popular, quien dejó la puerta abierta a un posible recurso ante los tribunales. "Veremos si se puede hacer algún tipo de reclamación judicial", advirtió Zoido.

El ex alcalde adelantó -de forma muy sucinta- algunas de las líneas de trabajo de su equipo. El saneamiento de las arcas locales sigue estando entre los objetivos del PP, incluso en la oposición: "Tenemos que velar por que la transparencia se siga manteniendo y que la austeridad sea la forma de trabajar del Ayuntamiento, que se haga con rigor y con profesionalidad, puesto que esto es lo que ha permitido sanear las cuentas municipales", aseguró en la entrevista radiofónica.

En este primer día de comparecencia ante los medios de comunicación desde que perdió la Alcaldía, también hubo tiempo para valorar las pasadas elecciones en las que el PP pasó de 20 a 12 ediles. Según Zoido, el resultado "ha sido más ideológico que de evaluación de gestión". Ni un ápice de autocrítica. Todo lo contrario. Incluso con mensaje a la ciudadanía: "Ahora van a tener muy fresca la oportunidad de ver lo que hemos hecho nosotros y lo que va a hacer el tripartito". Y eso que el gobierno es monocolor.