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Sevilla

El PP deja Urbanismo con un remanente negativo de 15,3 millones

  • Las medidas de austeridad no impiden que la Gerencia siga siendo al agujero negro del Ayuntamiento.

El informe de traspaso de poderes que la Hacienda local de Zoido ha dejado al gobierno del PSOE no ofrece dudas: la Gerencia de Urbanismo sigue siendo el principal lastre del Ayuntamiento. La delicada situación económica de este organismo autónomo seguirá condicionando los futuros presupuestos municipales. El remanente de tesorería de la Gerencia a 31 de diciembre de 2014 era de un saldo negativo de 15,3 millones de euros, un agujero negro que ha sido imposible de tapar por los rectores del PP, pese al programa de medidas correctoras puestas en práctica desde el verano de 2011 para sacar a flote un organismo que debería ser el motor de la economía local. Al Ayuntamiento de Sevilla se le sigue yendo el dinero por la Gerencia de Urbanismo, pese a la mejoría del contexto económico. La Gerencia sigue sufriendo los efectos de la gran resaca que siguió a los grandes años del boom imbobiliario. El gobierno de Zoido estabilizó Tussam -donde logró la ansiada paz social- y otras empresas municipales a costa de que fuera el Ayuntamiento propiamente dicho el que asumiera parte de las deudas de estas sociedades. Prueba de ello es que la cuenta del Ayuntamiento, al margen de las empresas y organismos municipales, presentaba un remanente positivo de sólo 52.958 euros a finales de 2014.

El de Urbanismo es el único remanente negativo en las cuentas municipales. El informe de tesorería refleja que el Real Alcázar (4,2 millones) y el Instituto Municipal de Deportes (2,9 millones) son los entes municipales con mayor remanente positivo. El bajonazo económico de la Gerencia condiciona la elaboración de los presupuestos, aunque el gobierno actual considera que la directriz política será de elaborar las cuentas de 2015 sin que el agujero negro de Urbanismo afecte a los gastos esenciales.

Zoido basó su estrategia en Urbanismo en denunciar la quiebra económica del principal organismo autónomo del Ayuntamiento. El concejal Maximiliano Vílchez lo proclamó sin rubor: "La Gerencia está en números rojos". A partir de ahí, los cuatro años del PP se han centrado en reducir los gastos de funcionamiento de la Gerencia, desde potenciar las medidas de austeridad que impuso Monteseirín al final del mandato hasta aplicar un plan de racionalización en la plantilla que incluyó el fin de las contrataciones, la amortización de las plazas de los jubilados y el inicio de la negociación de un nuevo convenio colectivo con rebaja de los sueldos para su igualación con los demás trabajadores del Ayuntamiento, aunque este último objetivo sigue pendiente.

El PSOE considera que ni las cuentas eran tan malas cuando comenzó el mandato de Zoido, ni son tan buenas cuando ha dejado el gobierno, tal como ponen de manifiesto las tablas entregadas por la Hacienda local al gobierno entrante. El PSOE considera que la deuda del Ayuntamiento es manejable mientras no supere el 70% de los ingresos anuales, por lo que se entiende que ya lo era en 2011 como lo es en 2015.

La deuda viva consolidadada del Ayuntamiento a 10 de junio de 2015 es de 501 millones de euros, de los que 22,4 son a corto plazo y 479,4 son a largo. La deuda del Ayuntamiento como tal es de 479 millones. Según el informe de Hacienda, la deuda viva de Tussam es de 16,4 millones y la de Lipasam, de 61,1 millones. La carga financiera del Ayuntamiento es ahora muy superior a la de 2010. Se ha pasado de pagar a los bancos 34,2 millones de intereses hace cinco años, a pagar ahora 63,2 millones. Fuentes municipales consideran que las cuentas han cuadrado en el mandato de Zoido a costa de índices muy bajos de ejecución del presupuesto (no se gastaban las partidas), recortes en los gastos de personal y las subidas del IBI duranmte dos años, pues la antigua contribución urbana es la principal fuente de ingresos directa que tienen las arcas municipales.

El nuevo equipo de la Hacienda local, que dirige el edil Joaquín Castillo, tiene que preparar este segundo semestre el presupuesto de 2016, el primero del gobierno de Juan Espadas. Por el momento, sigue vigente el último presupuesto de Zoido, al que con toda seguridad se harán enmiendas para reorientar gastos. Con las cuentas dejadas por Zoido, se puede hacer un reparto en función de las competencias distribuidas entre los concejales socialistas. La Alcaldía, que siempre tenía la partida mayor, aumenta hasta los dos millones al tener asignado el ITAS por deseo expreso de Espadas de controlar directamente la modernización de la relación de los ciudadanos con el Ayuntamiento. Hacienda se lleva la mayor porción de la tarta presupuestaria al tener los fondos con los que se pagan las nóminas. A la cifra asignada a Carmen Castreño (255 millones) hay que sumar también las cuentas de Emasesa y Mercasevilla, que también presidirá, pero donde el Ayuntamiento de Sevilla no es accionista único.

En cualquier caso, se trata de un cálculo estimado del reparto de un presupuesto del que no consta informe de ejecución en el informe entregado por la Hacienda local de Zoido. Se da por hecho que en los próximos plenos se presentarán modificaciones de las cuentas.

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