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DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

Juan Manuel Flores. Delegado de Bienestar Social y Empleo

"En mes y medio hemos evitado 9 desahucios, sin luz ni taquígrafos"

  • Los primeros programas sociales del gobierno local pasan por la alimentación a niños de zonas necesitadas y la elaboración, algo más lenta, de un plan integral de viviendas sociales.

Lleva menos de dos meses en el cargo pero da la impresión de que sabe bien dónde está y a qué se enfrenta, de qué quiere hacer con la política social del gobierno y de que conoce la realidad de los barrios, fruto de un trabajo previo. La entrevista se desarrolla en su despacho del Hogar Virgen de los Reyes. Es la primera que hace como delegado.

-El anterior gobierno 'privatizó' los recursos sociales al cederles la gestión a las ONG, ¿con qué herencia se ha encontrado?

-Si me permite un preámbulo, jamás voy a utilizar la palabra herencia como excusa para decir que no he podido hacer algo. Asumo la realidad que me toca.

-¿Y en qué se diferenciará la política social de este gobierno del anterior?

-Nuestra manera de entender las políticas sociales es radicalmente diferente a la del PP. Pero esto está en los principios que nos alimentan como organizaciones políticas. Con el PP nos separan tanto los principios ideológicos como los medios. El peso de la alianza con el tercer sector ha de ser necesario, pero no dejando en debilidad toda la provisión de servicios desde lo público. Queremos servicios sociales públicos.

-¿En qué se traducirá esta provisión?

-Nos encontramos en un contexto normativo que supone un corsé, un dogal que no nos permite movernos mucho en lo social y en el empleo, con una ley que fija la tasa de reposición cero. Tenemos que ajustar las plantillas de nuestra red asistencial primaria, que son las Unidades de Trabajo Social (UTS), para que sean adecuadas.

-En los primeros días del mandato se anunció un plan de choque de emergencia social, ¿cómo está este plan?

-En marcha. Dijo el alcalde que el gobierno iba a intentar tener una sensibilidad prioritaria en el ámbito de lo social. Eso se está haciendo, pero este Ayuntamiento pretende no vender humo en un tema tan sensible. Nosotros estamos haciendo los deberes. Algunos de nuestros programas son conocidos porque forman parte del acuerdo con otras fuerzas políticas que apoyaron la investidura del alcalde. Por ejemplo, hemos puesto en marcha un programa de ayuda alimentaria con una inversión de 150.000 euros, que da cobertura a 1.500 niños. El objetivo es que ningún menor residente en las zonas más necesitadas no tenga al menos una comida fuerte al día.

-¿Los comedores escolares están atendiendo a 1.500 niños?

-No he hablado de comedores. El programa consta de varios brazos: uno primero a través de servicios sociales comunitarios, mediante reparto a domicilio; otro específico para 163 menores del Vacie; un tercero más complementario de bocadillos, frutas y zumos en las escuelas de verano; y por último un convenio con la Fundación Persán para alimentar a 205 niños de Su Eminencia y Tres Barrios.

-También se anunció un plan contra los desahucios, ¿se ha puesto en marcha?

-Desde el minuto cero de este gobierno. El 15 y el 16 de junio ya intervinimos para evitar dos desahucios. En mes y medio ya lo hemos hecho en nueve casos. Sin luz ni taquígrafos, porque a veces en los dramas sociales la discreción es la mejor arma para resolver estos problemas.

-¿Está funcionando la oficina antidesahucios?

-No me gusta ese término. Yo hablaría de comisión o equipo de problema social de vivienda. Eso está en marcha y en su fase final. La idea es tener equipos operativos que analicen específicamente problemas de alto riesgo que se detecten por las 14 UTS de la ciudad. De ahí se derivarían para un análisis más concreto de cada caso. En esa comisión habrá dos delegaciones: Hábitat Urbano y Bienestar Social. Tenemos que poner en valor todo el parque de vivienda pública que depende de Sevilla y su empresa municipal, para poder afrontar no sólo las emergencias como ahora, sino la demanda no emergente, pero sí necesaria, de mucha vivienda social que hay en la ciudad. No lo pongo como excusa, pero eso requiere tiempo.

-Pero la rapidez es fundamental. Si sigue habiendo más de 300 viviendas vacías, podría ocurrir otra ocupación como la de Nuevo Amate.

-Y aquí está el primer concejal que estuvo allí. Ya he dicho que estamos actuando, pero desde la discreción. Este gobierno no quiere a ninguno de sus ciudadanos en la calle.

-Con discreción se ha trabajado en los últimos años en el Vacie...

-¿Me permite una discrepancia?

-Claro que sí.

-Lamentablemente si algo ha caracterizado al anterior gobierno es utilizar demasiadas fotos para hablar del Vacie. Sólo hace falta tirar de hemeroteca. No vamos a hacer eso, ni vamos a estar sentados en mesas de hule.

-Pero me refería a que se han sacado a familias de allí sin publicidad. En cualquier caso, ¿qué piensa hacer con el Vacie?

-El objetivo de este gobierno es la erradicación...

-Un poco utópico, ¿no cree?

-Un momento (pide con las manos que le deje continuar)... Como en todos los programas, hay un objetivo principal y luego otros secundarios. El primero, el final, es la erradicación del Vacie. Ahora bien, si lo dejamos aquí, no he dicho nada. Yo he visto un Nodo del año 1961, en el que el general Franco venía a acabar con el Vacie. Estamos hablando de 54 años. Es un problema crónico y complejo. Hablar de erradicación es una simpleza. Pero para abordar un problema crónico hay que saber adónde queremos llegar. Ahora hay que ver cómo queremos llegar. La hoja de ruta se ha interrumpido en el periodo del gobierno del PP. Es verdad que ha habido realojos, pero toda la estrategia de colaboración con profesionales y asociaciones fue desmantelada en el minuto uno. Tenemos que potenciar esos recursos para impulsar la política de realojos.

-¿Se marca fechas?

-El cuándo no lo sé. No voy a jugar a decir que lo vamos a reducir en un 30%. Cuando acaben estos cuatro años me busca y me evalúa, me aprueba o me suspende.

-En los últimos años ha habido un deterioro de otros barrios, ¿teme que zonas como Los Pajaritos o Torreblanca se conviertan en otras Tres Mil Viviendas?

-¿Sabe usted que el eufemismo Tres Mil Viviendas produce rechazo? Si me permite, intente utilizar el término Polígono Sur.

-Me refiero a que se pueden convertir en guetos, en sitios en los que no se pueda entrar.

-Yo a los ciudadanos les diría que paseen por Sevilla. Desde el oeste al este, del Charco de la Pava a Torreblanca. De norte a sur, desde San Jerónimo a Bellavista. Por Sevilla se puede pasear por los cuatro puntos cardinales. Nos encontramos con algunas zonas de la ciudad de las que todos tenemos opinión, pero no todos tienen opinión con criterio. Muy pocos conocen la realidad de lo que se habla. Torreblanca, Su Eminencia, Tres Barrios o Polígono Norte tienen realidades sociales conflictivas, porque tienen elevadas tasas de desempleo, edificaciones precarias e incluso indignas para un ciudadano del primer mundo, pero son pese a todo barrios por los que se puede caminar. No son guetos. No existen guetos en Sevilla.

-Pero si comparamos con hace diez o quince años, estos barrios se han venido abajo.

-Existen elementos que deterioran. Por ejemplo, el caso de Tres Barrios. Fueron edificados a finales de los 50, cogen el aluvión de clase trabajadora que vivía en corrales y casas patio, matrimonios fundamentalmente jóvenes con hijos. Esos son ahora los ancianos que viven allí. La mayoría de sus hijos consiguieron mejor nivel de vida y se derivaron a otras zonas de la ciudad. Esa zona se ha quedado para ancianos y lo que se quedó vacío, por el encarecimiento de otros barrios, fue para gente con muy pocos recursos y la población inmigrante. Se crea la tormenta perfecta: gente de edad avanzada, inmigrantes y los de edad más madura con escasos recursos, poca formación, paro estructural alto y poca salida. Esa es la realidad que tenemos que afrontar. Estos barrios se han deteriorado mucho con la crisis, porque la red que teníamos desde lo público para mantener a mayores con pensiones o a parados con prestaciones por desempleo, se ha resentido. Por eso vivimos verdaderos dramas.

-Como es un drama que haya 12.500 solicitantes para 780 contratos del Programa Extraordinario de Ayuda a la Contratación del Ayuntamiento (Pacas).

-Es que es prácticamente el 14% o el 15% de la población activa. El Pacas es un salvavidas y, mientras existan, vamos a tirar de todos (Pacas, empleo joven, +30). No son la solución, sino el salvavidas para que la gente no se ahogue. Es difícil asumir que uno tenga que buscar un trabajo temporal de tres meses porque es lo único que puede conseguir. Es muy duro. Y que haya gente que piense que se les tenga que negar el salvavidas... Eso es terrible.

-¿Por eso se ha unido Empleo a Bienestar Social?

-El alcalde lo tenía claro. Mientras nuestra economía no genere riqueza y ésta a su vez cree empleo, los programas son para ayudar a la gente a mantener la dignidad y tratar de generar ilusión. El área de empleo no va a ser sólo gestora de programas como hasta ahora. Va a ser una delegación absolutamente innovadora en lo que vamos a poner en marcha en este mandato. Ya lo irán viendo, pero tenemos muchas esperanzas en este giro que queremos darle.

-¿Nos queda algo más?

-Martínez Montañés. Es el icono, el reto. Cualquiera que pase por allí y mire puede pensar que no está en Sevilla. Ahora estamos dentro trabajando por primera vez en dos bloques, desratizando. Manteniendo el compromiso de una acción continuada y no quedarnos en el tachín tachín de un plan de choque. Hay que replantearse qué hacer con Martínnez Montañés. Vamos a intentar ser capaces de demostrar que podemos cambiar un entorno tan duro de la ciudad, junto con otras administraciones y la comisionada.

-Ya sorprendió ese discurso durante su visita el día que se inició el plan de limpieza. No es habitual que un político diga que aquello es una vergüenza.

-¿Cree que no es verdad?

-Claro que lo es, pero no se lo había escuchado antes a un miembro de un gobierno.

-Sabemos en el ruedo en el que estamos, a veces toca un toro más asequible y otras un miura. No voy a quitarme del medio aunque venga un miura y me empitone e incluso acabe con mi carrera política. Martínez Montañés requiere una reflexión absolutamente seria. ¿Qué estamos haciendo y con qué resultados? Me preocupa que no haya ni un gesto del Gobierno central. Yo esperaba que esta vez lo hubiera con la comisaría. Y es una zona que requiere gestos. Lo que el alcalde fue a visitar, la factoría cultural, es una apuesta importante. Hemos puesto el cazo, ahora hay que llenarlo.

-Incluirlo como sede de la Bienal parece una buena idea.

-La Bienal es un mes cada dos años. ¿Vamos a hacer otro estadio olímpico? A mí me encanta el estadio olímpico, vi el récord de Michael Johnson en 400 y a Abel Antón ganar el maratón, pero la cuenta de resultados es insuficiente desde el ámbito de lo social. No le podemos dar la razón a aquellos ciudadanos que piensan que, como pagan impuestos, lo que quieren es algo que les llegue y no se les dé a quien no lo aprovecha. Tenemos que invertir donde más se necesita como muestra de fortaleza para romper esa brecha. Con Martínez Montañés queremos cambiar esa opinión.

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