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Festividad de la asunción

Los sevillanos de agosto

  • Los fieles y devotos no fallan en su cita anual con la Virgen de los Reyes en una radiante y fresca mañana.

El sevillano de agosto es el que camina de madrugada desde el Aljarafe o los Alcores para encontrarse con la Virgen. El que por unas horas abandona la playa donde transcurre el descanso para dar las gracias por rezar una mañana más a la Patrona. El sevillano de agosto es el que musita una oración entre la multitud en lugar de comer pipas ajeno a lo que está sucediendo ante sus ojos. Es el que guarda ese respetuoso silencio que le enseñaron de pequeño. Es el que no deja la calle hecha un estercolero cuando ha pasado la procesión. El que no se rompe las manos aplaudiendo cada bajada o subida del paso. El sevillano de agosto sabe lo que está viendo y sabe cómo lo tiene que ver. Igual que llega, se marcha. Sin hacer ruido. Es discreto. No molesta. Se puede encontrar en el mismo lugar de siempre. Los del centro en la calle Alemanes. A los de Triana y Los Remedios los verá en la Avenida, cerca de Correos. Los vecinos de Nervión se sitúan a los pies de la Inmaculada, en la Plaza del Triunfo... El sevillano de agosto no necesita de sillas de los chinos para sentarse. No alardea de sus sentimientos hacia la Virgen, no presume de su devoción. Lo lleva dentro. Como se lo han transmitido. El postureo está ausente. El sevillano de agosto ha acudido al besamanos, a la novena y a la procesión, y no ha faltado a la posterior cita en Santa Rosalía y en el Pozo Santo para ver a  las Vírgenes del Tránsito. El sevillano de agosto es el de la Virgen de los Reyes y ayer no faltó a la cita y cumplió con los ritos.

 

"A tus plantas se postra Sevilla por rendirte homenaje y loor". El himno compuesto por el padre Ángel Urcelay en 1946 tiene una vigencia plena. Fueron miles los sevillanos que un año más, un día de la Asunción más, se postraron ante la que es su Patrona. Mayores y jóvenes, que la Virgen tiene devotos de todas las edades y clases. La procesión de la Virgen de los Reyes ha estado marcada este año por las ausencias. La primera, la del arzobispo, monseñor Asenjo. El prelado aún se encuentra recuperándose de la diverticulitis aguda por la que estuvo ingresado en Guadalajara hasta el pasado día 9. El tiempo era escaso para sobreponerse al tratamiento y finalmente no pudo viajar a Sevilla, como era su deseo. Sí envió un recuerdo para los fieles y devotos que leyó el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, al inicio del pontifical: "Me uniré a vosotros a través de la televisión y encomendaré a la Santísima Virgen la fidelidad y el celo pastoral de los sacerdotes y consagrados, la fidelidad de los seminaristas, la causa mayor de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, el servicio al auténtico bien común de nuestras autoridades y la fidelidad de todos los sevillanos a nuestras raíces cristianas y a nuestra mejor historia. Encomendaré también especialmente a aquellas familias que en estos momentos lo están pasando mal como consecuencia del paro o de otras causas. Dios quiera que la fiesta de nuestra Patrona sirva para incrementar y fortalecer la devoción a la Santísima Virgen de los Reyes en nuestros fieles. Que ella bendiga a Sevilla y a los sevillanos". 

 

Otra ausencia fue la de buena parte de la corporación municipal, que no pasó desapercibida para el público. Ante la suspensión del tradicional paseíllo de la corporación hasta la Puerta del Perdón, la Banda Sinfónica Municipal comenzó a tocar en la misma Puerta de los Palos, despertando a muchos de los peregrinos que descansaban plácidamente en las gradas y a alguno de los turistas que se fueron asomando a los balcones de los hoteles. Se ha puesto de moda en los últimos años que estos devotos que vienen a pie porten un pañuelo al cuello en el que se puede leer su procedencia y algún que otro lema relacionado con la Virgen.

 

El cortejo de la procesión goza de buena salud. La escasez de ediles de este año se contrarresta con las cada vez más nutridas filas de la asociación de fieles. Mucha gente joven acompaña a la Patrona y eso es una muy buena noticia. Se echó en falta a bastantes miembros del Consejo de Cofradías, aunque en este caso sin regulación impuesta. Va quien quiere. El presidente Bourrellier y el vicepresidente Manuel Nieto intercambian pareceres al inicio de la procesión. Tal vez se estarían poniendo al día de otra regulación pendiente: la de la Madrugada. Se nota en el buen color de algunos miembros de la junta superior que están disfrutando de unas buenas vacaciones.

 

Si hay algo que marca la procesión de la Patrona son los silencios, que sólo son rotos por los motetes de la coral y el repicar de las campanas de la Giralda. Cuánta mesura. Qué sentido de la medida ante tantos excesos cofradieros... La Virgen sale a las ocho en punto y avanza en busca de la calle Placentines y la primera posa. Cuando salga el próximo año la imagen habrá sido restaurada. La policromía se resiente al paso de los años y el Cabildo quiere atajarlo. Será tras el verano cuando se conozcan los presupuestos y se tome una decisión.

El tiempo que la Patrona estuvo en la calle fue prácticamente el mismo que el de los años anteriores. A las 9:18 estaba enmarcada de nuevo ante la Puerta de los Palos para el desfile de los soldados. "Con lo bonito que era esto y se ha perdido. Antes pasaba la Marina, los Legionarios, la Guardia Civil... eran muchos más. Todos las cosas se acaban perdiendo", lamenta una señora. El Ejército se lleva el único aplauso de una madrugada que ya se ha convertido en día. Entra la Virgen y tras ella las autoridades. Comienza el pontifical presidido por monseñor Gómez Sierra. "El 20 de marzo es Domingo de Ramos", comenta un joven junto a la Puerta de los Palos.  El público desfila. Los bares despachan tostadas y cafés. Los músicos de la Municipal, sin concejales a los que acompañar, cargan los instrumentos en el camión situado en la Plaza Nueva. La mañana de la Virgen ha terminado este año antes para ellos. Muchos fieles visitan al Santísimo en San Onofre, donde le gusta estar al arzobispo, antes de dirigirse al Pozo Santo y Santa Rosalía en las otras citas de la jornada.

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