Sevilla

Espadas se estrena con silencio

  • El PSOE con cinco concejales fue el grupo más numeroso A excepción de Curro Pérez en Twitter, el PP omitió en público su malestar y mantuvo la cortesía pese a quedar con dos ediles

El estreno del socialista Juan Espadas como primera autoridad de la Corporación local en la procesión de la Virgen de los Reyes se desarrolló con absoluta normalidad y con respeto del público, pese a los avisos de que habría personas que harían patente a lo largo del recorrido su malestar por la resolución del alcalde que limita a 13 concejales (del total de 31) la representación municipal en esta procesión.

Finalmente fueron nueve los que integraron la comitiva ante la ausencia anunciada de los ediles de IU y Participa Sevilla. El PSOE, con cinco concejales (de los 11 que tiene), fue el grupo más numeroso, frente a los dos representantes del PP (en las elecciones sacó 12) y a los dos de Ciudadanos (de los tres que logró en el Ayuntamiento).

El silencio sepulcral del público propio de esta procesión únicamente se rompió con los aplausos a la bandera y al desfile del Ejército, y con los tañidos de las campanas de la Giralda en cada giro del paso de la Virgen.

"La gente sabe mantener el respeto y la compostura en este día grande", declaró ayer con satisfacción el alcalde Espadas como balance de la jornada, antes de añadir que los avisos de malestar "han quedado más en los preámbulos que en la realidad del día". Para otras procesiones, Espadas avisa de que la representación municipal será similar, si bien se analizará en cada caso.

El ex alcalde y portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, rehuyó la polémica aunque reiteró su firme posición: "Me he sentido cómodo porque soy consciente de que vengo a rendir tributo a la Virgen de los Reyes, pero no soy partidario de prohibiciones. Debe primar la libertad de elección. Así lo defiendo y lo defenderé", dijo a preguntas de la prensa.

A excepción del concejal popular Curro Pérez que sí se quejó ayer abiertamente en Twitter del "decretazo" de Espadas, el PP omitió durante toda la mañana su malestar y mantuvo las formas y la cortesía, pese a la exigua representación impuesta: Juan Ignacio Zoido y Gregorio Serrano como las caras visibles de un grupo de 12 concejales. A petición de los populares se reservaron otros siete asientos más en la misa para otros tantos concejales del PP que querían sentarse con las autoridades municipales. Lo gestionó el Ayuntamiento y lo autorizó el Cabildo Catedral con la sorpresa de que finalmente sólo acudieron cuatro de los siete ediles que habían pedido asiento: Dolores de Pablo-Blanco, Ignacio Flores, Alberto Díaz y Curro Pérez. Sobre las dos de la tarde, el edil Curro Pérez se quejó en su cuenta de Twitter (@curroperez) del "decretazo" del alcalde. "Un decreto del actual alcalde me ha impedido ejercer mi libertad de representar a mi ciudad", expuso con amargura.

Por primera vez, la eliminación del desfile de concejales desde el Ayuntamiento a la Puerta del Perdón de la Catedral acompañados por la banda de música, por efecto de la resolución de Espadas, ofreció a los plumillas una estampa inédita como fue la llegada a los músicos de forma desperdigada y en absoluto desorden por la calle Hernando Colón.

La presencia de la Corporación municipal en la procesión de la Virgen de los Reyes se remonta al año 1866. Los concejales estaban citados ayer a las 7:45 en la Puerta del Perdón, en la calle Alemanes, para ir entrando por el Patio de los Naranjos a la Catedral. El protocolo para esta festividad marca que los ediles deben ir de color oscuro, tanto ellos como ellas. No se sabe si por inexperiencia o por qué, la única concejal que rompió la norma con un vestido de color burdeos fue la delegada del distrito Macarena, Clara Macías, que además aguantó la hora y media del recorrido de la comitiva municipal subida en tacones de vértigo. Tanto la socialista Macías como el delegado de Deportes, David Guevara, se estrenaron ayer en la procesión. Además de Espadas, asistieron por el PSOE Carmen Castreño y Juan Carlos Cabrera.

En la misa posterior, el momento de máxima espiritualidad de la eucaristía llegó con las cantigas de Alfonso X el Sabio que interpretó con una espléndida voz la hermana María Elena Fernández, misionera eucarística de Nazaret de la calle Mateos Gago.

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