FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Sevilla

El carril bici no deja de tener deficiencias

  • La dejadez de la red ciclista se vuelve una constante en los tramos más antiguos de la ciudad A Contramano aboga por recuperar la oficina que Zoido desmanteló

Grietas, baches, falta de pintura, invasión de vegetación, suciedad, vallas protectoras dobladas y falta de bolardos que delimitan los carriles. A lo largo de los 168 kilómetros de carril bici, siguen siendo muchos los puntos negros que se encuentran a diario los miles de usuarios ciclistas. Deficiencias que, o bien llevan sin repararse desde hace años, o bien surgen como consecuencia de una trazado mal planificado. Esta escasez de mantenimiento persiste pese al contrato de 620.000 euros que el Ayuntamiento de Sevilla adjudicó a finales de 2013 en un contrato extensible hasta el próximo año. Si no se ataja pronto esta dejadez puede convertirse en un problema de seguridad para los ciclistas.

La suciedad es una de las quejas principales de los usuarios de la bici. La falta de limpieza de los carriles mezclada con las primeras lluvias puede convertir el firme en una superficie peligrosa si las precipitaciones no son de gran intensidad como para lograr una rápida y eficaz limpieza. La mezcla de polvo y agua puede hacer que las vías ciclistas se conviertan en pistas resbaladizas.

Otra de las complicaciones es la proliferación de grietas, algunas transversales al carril y otras en el mismo sentido que suponen una trampa para las ruedas de las bicicletas. Llaman la atención las que hay en la avenida de la Borbolla, en la Buhaira o en el cruce de los Jardines de Murillo a los Juzgados, esta última generada por el continuo tráfico. La causa de muchas de estas oquedades es la cercanía de los árboles, que levantan el suelo con sus raíces. Estas escenas son frecuentes en la Ronda Histórica, donde está uno de los carriles más antiguos y que presenta mayor estado de abandono. A los resaltos y desniveles se une un tramo, a la altura de María Auxiliadora, donde la pintura verde ha dejado paso al negro del asfalto, además de que apenas se ven las señalizaciones del suelo. A esto se suman árboles que en la calle Recaredo que dividen el carril en dos, reduciendo considerablemente la anchura de una de las direcciones.

La falta de espacio y el uso compartido de aceras para peatones y bicis es uno de los temas más polémicos desde que se puso en marcha la red ciclista. Un claro ejemplo es el carril de la avenida Carlos V, en el Prado de San Sebastián, precisamente uno de los puntos más criticados por quienes se desplazan en bicicleta. Esa misma queja la comparten los miembros de la asociación A Contramano, quienes también reclaman que el Paseo de Colón cuente con su propio carril y no sólo con el que discurre junto al del río en el Paseo Marqués de Contadero, así como una mejora de las vías de la Isla de la Cartuja, que poseen un diseño "inapropiado" debido a que no se han corregido los canales de evacuación del agua sobre los que se asientan los carriles.

El responsable de la entidad, Ricardo Marqués, destaca también la vegetación que invade la calzada ciclista como uno de los aspectos que se tienen que mejorar de las labores de mantenimiento. Este obstáculo se puede apreciar en el carril contiguo a la muralla de la Macarena, donde hay rosales que invaden uno de los sentidos o en el Paseo de Catalina de Ribera junto a los Jardines de Murillo. La exuberancia de algunas especies verdes también dificulta la circulación ciclista por zonas como Torneo, a lo largo del Paseo de Juan Carlos I o en el Paseo de Colón, antes de llegar al puente de Los Remedios. En estos puntos se hace necesario fomentar la poda de los árboles, que dejan las ramas a la altura de la cabeza de los ciclistas.

Los daños en vallas protectoras, la falta de bolardos que delimitan los carriles y los alcorques que dificultan la circulación suponen un riesgo ante cualquier descuido o pérdida de equilibrio. En el tramo de madera en el margen del río junto al monumento a la Tolerancia son varios los listones ausentes o astillados.

Para A Contramano, más que el mantenimiento, lo primordial es un mayor número de aparcamientos para las bicis privadas, especialmente en colegios, zonas de trabajo, centros de ocio o comunidades de vecinos o junto al transporte público. "Es necesario que la gente tenga un lugar donde dejar la bici sin que se la roben", destaca Marqués, partidario de que se mejore el servicio que se da al usuario de la bicicleta al ser "un vehículo que hay que integrar más en la ciudad".

El descenso de abonados de larga duración que se ha producido en los últimos años en la empresa pública Sevici no preocupa al representante de la asociación ciclistas sevillana porque, según los datos de la entidad, se debe a un trasvase a la bicicleta privada. Para Marqués este trasvase es un proceso "natural y básico que, sin embargo, no se ve favorecido en la ciudad cuando no se están promoviendo espacios seguros donde dejar la bici", insiste. Pone de ejemplo el Casco Histórico, donde asegura que hay una carencia absoluta de aparcamientos.

A Contramano critica que la bicicleta quede en un segundo plano en el plan de tráfico para la Torre Pelli. "Se sigue sin contemplar en los planes de movilidad de la ciudad", se queja Marqués. Para el dirigente de la agrupación, el carril con chinchetas previsto es poco eficaz al coincidir con el lugar de espera del autobús. Para solucionar todas las carencias, A Contramano ve fundamental que se recupere la Oficina de la Bicicleta que Zoido desmanteló. "Este debe ser el organismo que se responsabilice del diseño de un plan eficaz para la bicicleta", recalca Marqués.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios