La puesta en marcha de un eje común de colaboración entre Sevilla y Málaga con el objetivo de dejar de lado los agravios comparativos e iniciar una nueva etapa de cooperación de las dos capitales para convertirse en referente económico del sur de Europa ha suscitado ya los primeros recelos en otras ciudades andaluzas. Cinco días después del encuentro mantenido entre Juan Espadas y Francisco de la Torre en Málaga, las primeras protestas públicas se escucharon ayer en Granada por boca de Ciudadanos.

Luis Salvador, portavoz del grupo municipal de la formación naranja en la ciudad nazarí, acusó de "irresponsable" que Susana Díaz avale los intereses de ambas ciudades y "excluya abiertamente" al resto. Tras insistir en que el crecimiento de Andalucía no puede ser iniciativa únicamente de dos alcaldes, señaló que "creemos que debe existir un plan estratégico andaluz coherente, lógico e incluyente, que favorezca el desarrollo de las potencialidades de las ocho provincias y permita un crecimiento conjunto de todas ellas sin excluir a ninguna". Salvador garantizó que Ciudadanos siempre estará a favor de generar oportunidades económicas y de "cooperar y colaborar en todos los temas de interés común y en todos los proyectos que impliquen un desarrollo tecnológico y de innovación para Andalucía", pero, en ningún caso, de "excluir o limitar el progreso de una ciudad en favor de otra" ni de "fomentar una Andalucía a dos velocidades".

"No podemos entender que dos ciudades intenten liderar Andalucía, que después nos inviten a adherirnos a Granada y a Córdoba como hermanos menores y que excluyan a cuatro capitales con idénticos derechos", comentó para finalizar.

Ante las críticas, y para calmar los ánimos, Espadas descartó que el eje de colaboración institucional y económico que promueve junto a su homólogo malagueño implique la "exclusión" de otras ciudades andaluzas. Es más, aseguró que el mismo hizo un planteamiento similar al Ayuntamiento de Córdoba. "No hay exclusiones, sino la voluntad política de los equipos de gobierno para que donde se centra un nivel de actividad económica de más del 40% del producto interior bruto (PIB) regional y con más de tres millones de habitantes funcione como motor de la economía andaluza".

El alcalde socialista desveló que tiene previsto un encuentro con la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, para constituir un eje entre Sevilla, Córdoba y Málaga con la cultura como elemento de fuerza, mientras que el alcalde de Málaga habría propuesto un planteamiento similar al alcalde nazarí.

Aunque Granada abrazó la idea con entusiasmo nada más conocerse su adhesión al proyecto, no había abandonado sus reservas tras plantearse su incorporación en una segunda fase, una vez que las grandes ciudades demostraran que lo que tienen entre las manos es "serio e importante".

El portavoz del equipo de gobierno en Granada, Juan García Montero, confirmó ayer esta llamada del alcalde malagueño a su homólogo en Granada y dijo que todo lo que sea impulsar el despegue económico de la región y crear puestos de trabajo debe ser bien recibido, pero insistió en la necesidad de que el proyecto no excluya a ninguna ciudad andaluza. "Vaya por delante que el proyecto nos parece bien, pero es como si se aceptara que el PSOE en la Junta de Andalucía no tiene capacidad de liderar esta idea". "No nos sentimos amenazados. Nuestras relaciones con Málaga siempre han sido de hermanos, pero no nos podemos sentir al margen, tenemos que pensar en una Andalucía conjunta en la que todos participemos desde el principio", relató el portavoz del equipo de gobierno, satisfecho tras saber que Granada participará desde el inicio en el proyecto.

De momento, Málaga y Sevilla ya han creado las comisiones técnicas que se encargarán de ir desarrollando el proyecto. En cualquier caso, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre avanzó que con total seguridad antes de que termine el año habrá novedades importantes; es más, antes de octubre ya habrá un convenio firmado que permitirá desarrollar la idea.