Sevilla

400 enterramientos en Santa Catalina

  • Se han encontrado a 1,5 metros de profundidad Los esqueletos estaban en tumbas y otros restos óseos se hallaban en una fosa

Un cementerio bajo el templo. El suelo de Santa Catalina esconde buena parte de la historia de la ciudad. Una teoría que ahora se confirma con los trabajos que se llevan a cabo en la restauración de este edificio mudéjar, cerrado al culto desde hace once años, y en el que se han hallado más de 400 enterramientos humanos a metro y medio de profundidad correspondientes a cuatro siglos. El Arzobispado estudia ahora qué hacer con estos restos óseos -muchos de los cuales están desarticulados al encontrarse en una fosa común-, aunque la intención de la autoridad eclesiástica es que permanezcan en una cripta que se habilitaría a tal efecto en el propio templo. Este descubrimiento no demora, por ahora, el desarrollo de los trabajos.

No hizo falta esperar mucho tiempo para encontrar esqueletos bajo Santa Catalina. Recién comenzada la primera fase de la restauración -consistente en la mejora de las fachadas del templo y los trabajos arqueológicos- se halló la estructura funeraria de un sevillano ilustre que fue enterrado a los pies del presbiterio, el lugar más noble del recinto. Sin embargo, resultaba difícil imaginar el hallazgo de una cantidad de enterramientos que supera, incluso, los encontrados durante la restauración del Salvador la década pasada.

A un metro y medio de profundidad han aparecido más de 400 tumbas, que contienen uno o más esqueletos cada una. A estos restos óseos articulados se suman los que se encontraban en una fosa común -situada en el centro del templo- que están desestructurados y cuyo número es bastante elevado. Los esqueletos corresponden al periodo comprendido entre los siglos XIV y XVII, cuando ya se había levantado el nuevo templo que sustituyó al primitivo y cuyo trazado también ha aparecido en esta excavación.

Actualmente se ha llegado a una profundidad máxima de 3,5 metros. Aunque en un principio se pensaba hallar los restos de la antigua mezquita (de la que queda su alminar) que fue sustituida por el templo cristiano, las primeras investigaciones descartaron esta hipótesis, ya que el recinto almohade no se correspondería exactamente con la parcela que hoy ocupa Santa Catalina. Lo que sí se han encontrado son vestigios de la ciudad árabe. La intención es llegar hasta el nivel de la urbe romana, ya que se piensa que existen restos de la muralla de la época. Aquí concluiría la primera fase de esta restauración, cuyos resultados podrán visitarse a través de una cripta que se habilitará.

La segunda fase estaba prevista que comenzara tras el verano, y consistirá en la mejora del interior del templo. Durante este tiempo el arquitecto de la obra, Francisco Jurado, ha redactado el proyecto de dicha intervención.

El hallazgo de los enterramientos en Santa Catalina recuerda a los encontrados durante la restauración del Salvador. En aquella ocasión también fueron unas 400 tumbas las que se descubrieron al poco de iniciarse los trabajos que obligaron a tener cerrado el segundo templo de la ciudad por cinco años. Los enterramientos contenían unos 1.400 restos óseos, que se retiraron para su análisis en una especie de laboratorio en la sacristía de la iglesia. Durante la investigación se constató que la altura media de los sevillanos en el siglo XVIII era de 1,65 metros en los hombres y de 1,54 en las mujeres. Además, se llegó a la conclusión de que las enfermedades más comunes eran la reumática, sífilis y la tuberculosis. Entre estos esqueletos llamó la atención la aparición de 900 restos pertenecientes a bebés y fetos enterrados en la cripta situada bajo la capilla de San Cristóbal.

Las iglesias servían por norma general de lugar de enterramiento en la capital hispalense, cuyo cementerio municipal no se habilitó hasta el siglo XIX.

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