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Sevilla

"Hoy comemos pescado"

  • Participa Sevilla y el Mercado de la Puerta de la Carne donan 2.500 kilos de alimentos a un proyecto de cocina solidaria del Polígono Sur

"¡Hoy comemos pescado!". Pepi Cabrera mira ilusionada su carrito de la compra "¡Niña, nos han dado hasta mejillones!", grita a su nieta. En la casa de esta vecina del Polígono Sur sólo comen pescado una vez al mes. "Si compro algo, es pescadilla para mi bisnieta", reconoce esta mujer mientras otras 60 esperan con sus carritos vacíos su turno delante de un camión con 2.500 kilos de alimentos frescos.

El grupo municipal de Participa Sevilla acordó al llegar al Ayuntamiento que sus concejales cobrarían tres veces el salario mínimo interprofesional (1.950 euros) y que lo restante se destinaría a causas sociales. Así, tras cobrar el mes de julio, Participa Sevilla aprobó, con la colaboración del Mercado de Abastos Puerta de la Carne, destinar este dinero a la compra de alimentos para la asociación Chalavipen Mashkarno (Movimiento Mediador en caló), que desde hace seis años tienen en funcionamiento un taller de cocina en el que participan unas 60 mujeres y 25 hombres del Polígono Sur, la mayoría de la barriada Martínez Montañés. Aquí, no sólo aprenden a cocinar y se sacan el carné de manipulador de alimentos, sino que, dos días a la semana, se llevan a casa fiambreras con la comida que han cocinado ellos mismos.

"Nosotros no somos una asociación paternalista. Si es verdad que no tienes dinero para comer, aquí te vamos a dar comida hecha, pero también te vamos a enseñar a prepararla y trucos para conservar los alimentos más tiempo", apunta una de las voluntarias de la asociación.

Chalavipen Mashkarno no cuenta con ayudas públicas, sólo con las donaciones del Banco de Alimentos. Se autofinancia a través de la venta de mermeladas, roscos caseros y ropa de segunda mano. Funciona con voluntarias y todas están en paro. Los fogones de esta cocina solidaria se encuentran en el centro cívico El Esqueleto, pero sus promotoras llevan seis años reclamando al Ayuntamiento, al Comisionado del Polígono Sur y a la Junta de Andalucía, a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), un local para desarrollar su actividad. "Tenemos la ropa de segunda mano guardada en la habitación de un colegio", comenta Magdalena Martínez, voluntaria de la asociación. "No nos ayuda nadie. Si nos dejaran crecer, en el barrio nadie pasaría hambre", anota Inmaculada Senovilla, presidenta de la entidad, que tiene una lista de espera de 175 familias que desean entrar en alguno de sus talleres de cocina, flamenco, alfabetización o salud.

Participa Sevilla, según explica la concejal Cristina Honorato, decidió colaborar con la asociación Chalavipen Mashkarno cuando ésta dio la voz de alarma advirtiendo de que el Banco de Alimentos cerraba en agosto y no contaban con recursos suficientes para ayudar a las 60 familias del programa. "Todo el mercado de abastos ha colaborado y hemos traído más alimentos de los que ha pagado Participa Sevilla", explica el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Puerta de la Carne, José Ballesteros. En total, más de 2.200 euros en hortalizas, carnes y pescados, principalmente. "He ido hasta a una cooperativa de Los Palacios a buscar tomates, que nos los han dejado a 0,78 euros el kilo, algo insólito", ya que actualmente su precio es de 1,50 euros el kilo, según aclara Ballesteros.

Mientras guardan su turno en la cola, las mujeres comentan los platos que van a cocinar este fin de semana, algunas de ellas, incluso, se emocionan. "Bien mirado y administrado, lo que llevo en el carro puede durarme al menos una semana", comenta Carmen Grande, viuda y con dos hijos y un nieto a su cargo. En su casa sólo entra su pensión de viudedad, "unos 300 euros", indica esta sevillana.

José Miguel Cirera, de 55 años, también espera su turno con el carrito vacío. Él es uno de los 25 hombres que participan en el taller de cocina de la asociación. Lleva cinco años en paro tras trabajar 38 años en el sector de la publicidad. "Me apunté porque quería aprender a cocinar. A mi edad, es muy difícil que me contraten, ya estoy fuera del mercado", se lamenta. "A ver si con este curso me contratan en algún sitio de pinche o, al menos, para fregar".

Desde Chalavipen Mashkarno destacan el "estigma" que supone vivir en el Polígono Sur. "Hay jóvenes que en sus currículos ponen una dirección distinta porque si saben que viven aquí te cierran la puerta y ni siquiera te dan la oportunidad de demostrar lo que sabes hacer", manifiesta Carmen Fernández, que tiene el título de quiromasajista y estilista, además de estudiar Comercio y Marketing. "Aquí, no todos somos rateros. Pero, políticamente hablando, el Polígono Sur no interesa que cambie y sólo se acuerden de él en las elecciones".

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