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Sevilla

Puestas de largo, puestas de moda

  • Cada vez son más demandadas las fiestas donde se presenta en sociedad a jóvenes que cumplen los 18

Es verano, tiempo de vacaciones, sol, playa, bodas y, cada vez más, puestas de largo. Lo que, se supone, es la presentación en sociedad de las jóvenes que han cumplido la mayoría de edad puede resultar, en un principio, un evento propio de tiempos pasados, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que festejar los 18 años con una puesta de largo es una tendencia cada año más demandada a los caterings.

Similar en presupuesto y organización a cualquiera de los festejos más comunes (bodas, comuniones o bautizos), el verano es la época preferida para su celebración. Una fecha que coincide con el periodo vacacional de los más jóvenes, -principales invitados del acto-, y que les permite realizarlo en su lugar de veraneo.

Sin restricciones de horarios para volver pronto a casa, la noche es el momento para presentar en sociedad a la joven. Desde el Catering Miguel Ángel explican como "en verano es habitual que nos desplacemos hasta zonas de playas como Marbella, Sotogrande o el Puerto Santa María".

No siempre el escenario para la puesta de largo es un salón de celebraciones. Las fincas o jardines de las residencias de los padres de la anfitriona suele ser el espacio seleccionado para este festejo. Para que todo está a la perfección ese día se contratan los servicios de empresas organizadoras de eventos. En el caso del Catering Miguel Ángel, llevan más de 15 años trabajando para estas citas en sociedad. Desde esta empresa comentan como todo empieza con el envío de las invitaciones. "Normalmente son los padres los que realizan la invitación formal, tanto a los compañeros y amigos de la hija como a los familiares o amigos más allegados de los padres", explican desde el catering.

El número de asistentes oscila entre el medio centenar y los 200. Aunque se pueden dar situaciones que ronden los 400, esto no suele ser la habitual en una celebración pensada sólo para los más íntimos.

Una vez preparadas las invitaciones le toca el turno al menú. Bien un bufet donde los asistentes degustan unos tentempiés como un menú más completo compuesto por unos entrantes, un primer y segundo plato y un postre, el precio por comensal es similar al de una boda, desde los 45 ó 50 euros hasta superados los 100, según disponibilidad económica y servicios elegidos, la variedad en las cartas es amplia.

Hace más de 20 años Manolo Mayo organizó desde su catering, con sede en Los Palacios, su primera puesta de largo. "En aquella ocasión, fue tipo bufet. Los invitados de pie degustaron nuestros aperitivos", comenta.

En la última década, las empresas organizadoras de puestas de largo han notado un considerable aumento en las peticiones para este tipo de actos. Ana, de Bodas & Casas -empresa cuyo fin es prestar servicios de decoración, ornamentación floral, diseño de invitaciones o contratación de la música de eventos sociales-, destaca como en los dos últimos años "muchas de las puestas de largo se realizan los viernes ante las numerosas solicitudes".

A pesar de esta creciente tendencia, Manolo Mayo, del catering Hermanos Mayo, asegura que "la crisis nos está afectando a todos y cada vez es más normal preparar puestas de largo con menos comensales, entre 50 y 60. Además, cuando se trata de recortar gastos en la economía familiar es en este tipo de eventos donde más se nota".

La música se hace imprescindible en cualquier fiesta. Lo más común en éstas es la contratación de un DJ que amenice la noche que, además de ser más económico que la actuación de un grupo u orquesta, suele portar el equipo de sonido adecuado.

Como su propio nombre indica, en las puestas de largo lo habitual es que la protagonista de la celebración opte por llevar vestido largo. Aquí, las novedades también son importantes y cada vez es más frecuente que ellas se decidan por el vestido algo más corto y no es imprescindible que sea blanco, como mandaba la tradición. En la invitaciones se suele exigir etiqueta, por lo que ellos tendrán que llevar esmoquin.

El gasto en la indumentaria ronda los 300 euros, como mínimo si el vestido está realizado para esta ocasión especial. Para compensar tanto gasto y como la ocasión merece, la joven protagonista recibirá de manos de sus amigos y familiares los correspondientes regalos, eso sí, todos aptos para mayores de 18 años.

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