Rápida y sin discusión. Así fue la elección de Rafael González Serna como pregonero de la próxima Semana Santa. Pasaban pocos minutos de las once de la mañana cuando el Consejo de Cofradías hacía pública una designación que prácticamente estaba cantada desde que el año pasado se decantaran por Lutgardo García, dejando a González Serna con la miel en los labios por segunda vez. El presidente, Carlos Bourrellier, no podía dejar el cargo sin ver abrazado al atril del Maestranza al popular letrista y compositor. Y más, cuando se lo merece.

La designación era tan cristalina que la rueda de prensa que cada año ofrece el pregonero, y que se convoca de urgencia tras ser elegido, estaba ya fijada desde el día anterior. A la sede del Consejo, puntual a la cita, llegó González Serna para dejar muchos titulares, como que su Pregón no se limitará a la lectura de un texto, que, además, será corto. Una cosa sí dejó muy clara para los que esperen otra cosa: "No me voy a salir en absoluto de la línea de la palabra de Dios. Soy un cristiano convencido". No me voy a apartar ni un solo segundo de Dios ni de la Esperanza". El hermano mayor de la Macarena, Manuel García, que se desplazó al Consejo para arropar a González Serna, asintió gustoso.

El flamante pregonero se mostró muy agradecido por la designación, prácticamente por aclamación, de la junta superior. "Es el día de mi vida que me siento más sevillano". Sabedor de que en los últimos años se ha quedado siempre a las puertas, aseguró que el Pregón le llega a cada uno a su momento: "Nunca le llega tarde a nadie. Cuando viene hay que recibirlo y hacerlo lo mejor posible. Llevo varios años en la lista de los nervios y ya estaba curado de espanto. Ha sido una noticia maravillosa, pero igual que si la hubiera recibido el año pasado o el próximo. Todo llega cuando Dios quiere".

Respecto al contenido señaló que no tiene nada preconcebido o escrito, aunque, "ideo un pregón cada media hora". Se declaró muy responsabilizado de la labor que tiene por delante y, como reto, se puso no defraudar a nadie: "Sé que lo puedo hacer muy bien, pero hay que buscar la forma de agradar a todos los sevillanos, que todos tengan su momento de gloria". En cuanto a la duración, bromeó: "Mis pregones son muy cortitos porque soy bastante vago. Nada que no me guste irá de relleno. Sí quiero el himno de España de principio a fin".

Por su parte, Bourrellier se mostró exultante con la designación de González Serna, al que le ha hecho un marcaje como Monchi a los fichajes del Sevilla: "Lo he estado siguiendo durante los últimos seis o siete años. He ido allí donde ha pregonado y me ha emocionado siempre. Teníamos que poner la guinda a estos cuatro años y Rafa era la persona adecuada". Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores, también se mostró muy satisfecho: "Ha sido un acierto. Nadie le canta y le escribe a Sevilla como él".