Dice Francisco José Liaño que es el "padre más feliz del mundo", pese a que lleva quince operaciones con injertos de piel. El dolor se intuye sólo contemplando las secuelas que le quedan del incendio de su casa, ocurrido en marzo de 2013 en La Algaba. "Hubo un cortocircuito y todo fue en un segundo". Su mujer, Eva María Pérez, y su hijo mayor, de 12 años entonces, lograron salir de la vivienda, aunque resultaron heridos. Él se quedó con su hija pequeña, de 4 años. "Me enajené, con los nervios. Nos fuimos al piso de arriba y, gracias a Dios, por una claraboya lograron entrar un guardia civil y un policía local, que fueron los que nos sacaron".

Los dos agentes fueron condecorados ayer con la cruz al mérito de la Guardia Civil, en la celebración del día de la Virgen del Pilar, que tuvo lugar en la comandancia de Montequinto. Liaño, que se quemó prácticamente todo el cuerpo al cubrir a su hija, abrazándola, para que no le alcanzaran las llamas, estuvo presente en el acto, junto con su familia. "Yo estoy orgulloso de que los condecoren y sólo puedo agradecerles lo que hicieron. Llevo quince operaciones y me quedan dos todavía, he tenido que dejar de trabajar y ahora tengo una invalidez, pero soy el padre más feliz del mundo, dentro de mi desgracia, y puedo disfrutar de mis hijos a diario", decía Liaño, emocionado, en la nave sede del Grupo Rural de Seguridad en la que se celebró la ceremonia.

Estaba previsto que tuviera lugar al aire libre, pero la amenaza de lluvia hizo que se utilizara una de las naves para la misma. Allí resonaron especialmente las salvas tras el homenaje a los caídos o las marchas militares que acompañaron la ceremonia y el posterior desfile. Se entregaron 63 medallas, entre ellas tres cruces de plata y una al mérito naval. El resto fueron cruces al mérito de la Guardia Civil, como las que recogieron los dos agentes que salvaron a Liaño y su hija.

O como las que recibieron también dos guardias civiles del destacamento de Tráfico de Dos Hermanas, que rescataron a un niño que montaba un caballo que se había desbocado en la Feria de Abril y que iba al galope en sentido contrario por la ronda de circunvalación SE-30. Las cámaras de tráfico captaron aquel rescate espectacular. Un guardia civil se puso en paralelo al caballo y se levantó en la moto, soltando las manos del manillar, para poder coger al niño y bajarlo del animal. Mientras, su compañero trataba de detener los vehículos para que no ocurriera ninguna desgracia. El vídeo, que se puede ver en internet, sigue provocando un escalofrío. El padre de este niño, a buen seguro, también se sentirá el más feliz.