EL mapping de Zoido marcó un antes y un después en la Navidad. Primero como oferta para el sevillano y segundo, como elemento de promoción de la ciudad, que se subió al carro de una tendencia europea. Y quizás por ello, cuando todavía no se conocen los detalles de la que será la primera Navidad de Juan Espadas, el debate se ha centrado en la tragedia de perder esa oferta. Mapping sí, mapping no. El nuevo gobierno cree que la programación navideña de una ciudad como Sevilla debe ir más allá y, sin excluir la idea de un espectáculo similar, pues de hecho un encargo ha recaído en la misma empresa que trabajó para Zoido el mandato anterior, quiere abarcar un poco más y, sobre todo, fabricar una Navidad más "elegante y atípica".

A estas alturas, el equipo de Espadas corre el riesgo de decepcionar al personal con tanta expectación. En las puertas del puente de diciembre, la oferta sigue siendo una incógnita, pero el gobierno está convencido de que lo que baraja y dará a conocer en sólo unos días es lo suficientemente potente como para que el mapping de la Plaza de San Francisco quede como un mero recuerdo y las luces chabacanas pasen a la historia.

En concreto, la nueva oferta no excluye del todo el mapping, pues habrá un producto similar en otro punto del centro. Tampoco el escenario de la Plaza de San Francisco, donde habrá actividades cada día. La gran novedad es el espectáculo callejero de artistas foráneos que animarán el centro de la ciudad, desde San Telmo hasta la Alameda. Una ruta que permitirá repartir al público y evitar grandes concentraciones y que diversificará la oferta con paradas en el Alcázar o en el espacio Santa Clara, que serán puntos de partida de estos shows navideños. La intención municipal es que la Navidad gane en elegancia y frescura y no se parezca demasiado a la de los últimos años. La calle, dicen, olerá a cultura, a magia y a circo, del de las carpas y los juegos malabares. De entrada, el proyecto está capitaneado por el delegado de Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, en lugar de recaer su mayor peso en Fiestas Mayores, como era tradicional.

De hecho, en el gobierno de Espadas están convencidos de que si se quiere hacer una apuesta por la Navidad como foco para atraer turismo a la ciudad en una temporada baja, no sólo basta con recurrir al patrocinio privado que, en ocasiones, corre el riesgo de convertir Sevilla en un parque temático. Sino que hay que aportar financiación pública también. Por ahora, el siguiente paso es dar a conocer la oferta y ver cómo funciona este año, pues la intención es ampliarla a otros escenarios como Triana y la Macarena. Éste es ahora el reto más próximo del nuevo alcalde, no superar el mapping, sino demostrar que todo puede ser mejorable.