Cáritas Diocesana de Sevilla atendió el pasado año a 620 personas sin hogar frente a las 189 registradas en 2013, triplicando la demanda de este colectivo. Desde la organización católica alertan del deterioro que han sufrido los servicios sociales públicos en los últimos años: "El sistema público se ha ido debilitando desde el comienzo de la crisis porque no ha sabido adaptarse a la nueva realidad", apunta Auxiliadora González Portillo, secretaria general de Cáritas Andalucía. "Muchas veces recibimos derivaciones de los propios servicios sociales para que las entidades sociales cubran este tipo de ayudas, ya que ellos no pueden garantizarla". 

Para atender a estas 620 personas, Cáritas destinó 777.613 euros, casi un 17% más que en el ejercicio anterior. A esto se suman 1.189.687 euros más para paliar las situaciones de exclusión residencial, como el pago de hipotecas, alquileres y suministros básicos. En este caso, según apuntan desde la delegación de Sevilla, la financiación "ha sido exclusivamente a través de fondos propios". 

Además, según informa el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, el 14% del total de personas atendidas comenzaron un proceso formativo, un 6% lo ha terminado y vive de forma autónoma y otro 6% se encuentra en un proceso de búsqueda activa de empleo. 

"Hace falta una voluntad política fuerte y una estrategia integral, que no es sólo responsabilidad de la Administración, sino de todos", señala Auxiliadora González. Para la secretaria general de Andalucía "es vital salvaguardar los derechos de las personas sin hogar" y ha vuelto a poner de relieve la importancia de una garantía de ingresos mínimos, "la posibilidad de que para aquellos que se queden sin ningún tipo de recursos haya un tipo de prestación que les cubra". 

Cáritas cuenta, concretamente, con tres proyectos dirigidos a los sin techo. Levántate y anda, desarrollado por Cáritas Parroquial de San Vicente, atendió en 2014 a 353 personas frente a las 34 registradas en el ejercicio anterior. Se trata de un programa de acompañamiento con el objetivo de establecer vínculos para acercar a estas personas a los recursos sociales. 

El propósito del proyecto Lázaro, perteneciente a Cáritas Parroquial de San Sebastián, es el mismo. Aquí se atendió a 98 personas -más del doble que en el año anterior- de la zona del Porvenir, San Bernardo y Felipe II, principalmente. 

El centro para personas en exclusión social grave, denominado Centro Amigo -y que cuenta con un régimen residencial, además de un centro de día-, atendió el pasado año a 164 personas. Su fin es el desarrollo de las habilidades y capacidades de estas personas para conseguir su inclusión social. Estos programas se enmarcan dentro de la campaña europea Porque es posible. Nadie sin hogar, iniciativa que comenzó en 2010 y que finaliza en diciembre. 

El último estudio elaborado por Cáritas señala que la edad media de las personas atendidas era de 46 años. El 72% fueron hombres y el 22% mujeres. En este sentido, Mariano Pérez de Ayala destaca un "leve incremento" del número de mujeres en una situación de exclusión social grave. Asimismo, el 93% del total sufría algún trastorno por consumo de tóxicos; el 45%, trastornos por consumo de alcohol; el 52%, problemas de salud mental; y el 32%, infección por VIH. Además, Pérez de Ayala subraya el hecho de que el 86% de estas personas sin hogar carecía de un apoyo socio-familiar que le pudiera ayudar a salir de esta situación. 

La secretaría general de Andalucía insta a la Junta a renovar la Ley de Servicios Sociales de Andalucía, en vigor desde 1989, y a apostar por una "verdadera intervención social en los barrios y en las familias", aunque precisa que se darían "por satisfechos si al menos se cumpliera con lo que contempla la antigua ley".