Sevilla

La carretera de los 220 millones

  • El sueño de los vecinos es quitar del PGOU esta vía que se incluyó en 2006

ESTÁ en el aire el futuro de la ronda SE-35 que se diseñó mucho antes de la crisis para completar las dos dos carreteras de circunvalación de la ciudad (la SE-30 y la SE-40). La situación presupuestaria de las administraciones lleva a pensar que ese futuro está bien lejano por más que el alcalde, Juan Espadas, aborde el asunto en la comisión de seguimiento del PGOU a finales de este año. Y aún más, porque hay que cumplir el requisito obligado de que no afecte al Parque Tamarguillo, construido con fondos Feder y salvado en esta ocasión por la titánica lucha de la Plataforma de vecinos y entidades en su defensa ante las instancias europeas.

La perseverancia ciudadana ganó un parque para el barrio donde antes había una escombrera y ahora ha logrado evitar que se incumpla la legislación ambiental europea con una carretera que iba a destrozar esa misma zona verde mejorada y reforestada con fondos Feder. El caso recuerda a la victoria de los vecinos del Prado con la biblioteca de la Universidad que eliminó parte de los jardines hechos con fondos europeos y acabó derribada por orden judicial. Que hagan la carretera donde quieran, menos en la zona verde, reclama la Plataforma con toda la razón.

El sueño de los vecinos es que se elimine del plan urbanístico de Sevilla (PGOU) la amenaza de esta vía de gran capacidad proyectada sobre el humedal que es el Parque Tamarguillo. Se lamentan de que no pudieron impedirlo en la tramitación previa a la aprobación del plan en 2006 porque "Monteseirín hizo oídos sordos" a las 500 alegaciones de los vecinos de la asociación Movida Pro Parque Tamarguillo. Que cambie el trazado: hay alternativas y queremos nuestras huertas que surten de fruta y verdura los mercados de proximidad. Necesitamos transporte público no más tráfico privado, recalcan.

El presupuesto de la SE-35 con sus dos arcos (29 kilómetros) supera los 220 millones de euros, según un cálculo aproximado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Sevilla extrapolado de los datos de la parte que ya tiene proyecto. La pregunta ahora es quién paga esta infraestructura si prospera la evaluación ambiental. Antes del varapalo europeo se consideraba una vía urbana que debía pagar el Ayuntamiento, pero ahora ha quedado clara que es metropolitana y eso atañe a la Junta también. Dinero no hay. El que habían puesto los promotores de los suelos beneficiados para éste y otros sistemas generales de la ciudad desapareció pese a que debía servir en parte para construir la SE-35: se lo gastó el Consistorio de Monteseirín en hacer las setas de la Encarnación y otras obras. Y la Junta tampoco tiene presupuesto para construir los transportes y carreteras que proyecta, como se ha visto tras una década de balance del Plan metropolitano.

La SE-35 figura en el plan urbanístico de la ciudad para "desarrollar las 289 hectáreas entre el aeropuerto de San Pablo, Sevilla Este y la Autopista A-92". Otro objetivo era "descongestionar la carga de tráfico metropolitano, propiciando el desarrollo urbano circundante y contribuyendo a impulsar la economía local". Y, en tercer lugar, como arco para completar las dos vías de circunvalación: la SE-30 y la SE-40 (en ejecución). Se han redactado y aprobado los proyectos de construcción de cuatro tramos del arco prioritario cuyo coste de ejecución sumaba 144,4 millones.

ameneiro

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