Un policía que salvó la vida de un niño que se había atragantado con un caramelo en Torreblanca o dos agentes que rescataron a una familia de un incendio en su vivienda de la avenida Ramón y Cajal. Estas dos historias, que tuvieron lugar fuera de servicio, pertenecen a tres de los 42 agentes de la Policía Local condecorados este lunes en el día grande del cuerpo con la cruz al mérito con distintivo blanco por su labor. Otro policía recibió la cruz al mérito con distintivo azul tras evitar un atraco en una sucursal bancaria de Bellavista. Además, se repartieron numerosas menciones honoríficas, algunas de ellas a policías jubilados y otras a agentes que llevan una dilatada carrera. También hubo dos menciones honoríficas colectivas, una a la Asociación de Mujeres Policías de Sevilla (Mupolia) y otra a la unidad de Tráfico-Motoristas.

Se trata de testimonios como la que ocurrió el 21 de febrero en Torreblanca. Durante un ensayo del paso de misterio, el agente y segundo capataz de la cofradía del barrio se dio cuenta de que un menor hijo del diputado mayor de gobierno estaba asfixiándose con un caramelo. El policía logró extraerle la golosina con una técnica que liberó el conducto respiratorio. Luego le hizo un masaje cardíaco y el chico quedó sin secuela alguna después del susto. 

Otra intervención brillante fue la del fuego originado a primera hora de la mañana del 1 de julio en la cocina de un piso en Nervión sin que la familia se percatara. El padre estaba en la ducha y la madre y dos niños de 3 y 5 años durmiendo. Uno de los agentes logró controlar las llamas con un extintor mientras el otro sacaba a la familia de la casa. Todos salieron ilesos. La resolución de intentos de suicidio o actos de violencia de género fueron otros de los servicios condecorados.