Sevilla acogió ayer una concentración de amantes de los galgos para pedir el fin de la caza con perros, una protesta que se repitió en otras catorce ciudades de todo el país: Alicante, Barcelona, Cáceres, Castellón de la Plana, Gijón, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Mérida, Murcia, Salamanca, Santander, Segovia, Toledo y Zaragoza.

La manifestación contó con el apoyo de distintas ONG y organizaciones, entre ellas la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales, que recuerda que cada año, tanto en febrero como en octubre, apoya la iniciativa de la Plataforma No a la Caza con Galgos y Otras Razas coincidiendo con el inicio y sobre todo con el fin de la temporada de caza, cuando "muchos galgos" son "abandonados, tirados a cunetas o ahorcados" en los campos.

En otros países como Alemania (1952), Bélgica (1995), Escocia (2002) y Reino Unido (2004) ya han prohibido la caza con perros. Además, reclaman aumentar la vigilancia y el control, mediante un registro "obligatorio" de tenencia de galgos, sustituir los chips por métodos de identificación irreversibles, un seguro obligatorio de responsabilidad civil para cada galgo e imponer sanciones penales con prisión para los maltratadores de animales.