Sevilla

El Puerto prevé poner en uso el 85% del suelo de los antiguos Astilleros

  • Cuatro empresas ejercen hoy actividad industrial en 50.600 m2 La sevillana Tecade y la vasca Gonvarri compiten por terrenos clave junto al río para construir sus megaestructuras

La reactivación industrial de las instalaciones y suelos portuarios que dejaron los antiguos Astilleros de Sevilla es un hecho. Ya no se construyen barcos como sucedió desde 1956 hasta su cierre en 2011, porque para eso hace falta una financiación muy potente, pero se ha recuperado el uso industrial de esta zona gracias a cuatro empresas que operan prácticamente en el 17% de sus terrenos. Y si prosperan las nuevas concesiones de suelo a Tecade y a Gonvarri que están pendientes de la decisión del Puerto, la ocupación de estos suelos puede elevarse al 85%.

Además, las instalaciones de los Astilleros se están sometiendo a una profunda reforma con 5,8 millones de fondos europeos (reurbanización general de la zona y arreglo del muelle principal, llamado Muelle de Armamento) por parte del Puerto -propietario de estos terrenos-, y las empresas privadas que ejercen en la zona han adecentado las naves y edificios que reciben en concesión.

En la actualidad, operan en estos suelos con concesiones otorgadas a largo plazo las empresas sevillanas Tecade y Ditecsa, dedicadas a la construcción de grandes estructuras metálicas para el mercado internacional; la gallega Astilleros del Guadalquivir, que se dedica sobre todo a la reparación de barcos; y Llopis servicios ambientales, encargada de recoger los residuos del Puerto y que construirá una planta para su gestión. Las cuatro ocupan en conjunto 50.602 metros cuadrados del total de 300.000 metros cuadrados de la parcela de los antiguos Astilleros.

Ditecsa, ligada al empresario Gonzalo Madariaga y que en la actualidad trabaja sobre todo para un proyecto minero en Cuba, no ha podido trasladar aún sus instalaciones a sus 26.000 metros cuadrados de suelos en los Astilleros por el retraso de las obras de acondicionamiento del Puerto.

Astilleros del Guadalquivir ha reparado ya ocho barcos y su dueño pelea duro para captar contratos de construcción de buques. Asegura que ocupa 18.000 metros, pero oficialmente sólo constan 10.202 en la Autoridad Portuaria. Ha solicitado la concesión de la torre donde se guarda lo que queda del archivo de los antiguos Astilleros y donde se celebraban las reuniones de los trabajadores.

La ocupación actual de los suelos se multiplicará por cinco esta primavera si el Puerto otorga las nuevas concesiones solicitadas por la sevillana Tecade (ocupa la grada cubierta 3 pero quiere ampliar sus instalaciones en 24.000 metros cuadrados más) y la vasca Gestamp Wind Steel (de Gonvarri), que ha solicitado 180.000 metros cuadrados de los antiguos Astilleros para construir también aquí grandes estructuras metálicas, si bien aún no tiene implantación en Sevilla.

La polémica ha saltado porque ambas empresas fracasaron en su plan de hacer negocios juntas y compiten ahora por instalaciones clave de estos terrenos para la construcción de grandes estructuras: las gradas 4 y 5, que son las rampas al aire libre más próximas al agua del río y, por tanto, las más indicadas para ensamblar las estructuras y echarlas al agua una vez terminadas. Quedan libres sin ocupar las gradas cubiertas 1 y 2, situadas en una posición menos estratégica que las 4 y 5 pero igualmente junto al río.

Estas empresas de grandes estructuras necesitan las gradas para echar al agua las estructuras que van soldando y ensamblando. De ahí su importancia.

La patronal de empresarios del metal (Fedeme) ha pedido al Puerto de Sevilla y a todas las instituciones que se otorguen los nuevos suelos sin perjudicar a la sevillana Tecade, que ya opera en Astilleros, e insiste en que puede haber sitio para todos, también para la vasca Gonvarri. Fedeme transmite así la posición de sus socios empresarios sobre esta polémica y confía en que el Puerto tome la decisión correcta como sus profesionales suelen hacerlo.

Según el gerente de Fedeme, Carlos Jacinto, el Puerto debe conciliar los intereses de las dos empresas porque de lo contrario se puede quedar sin ninguna. Fedeme resume su posición en que no hay que dejar escapar a ningún cliente, ni a los vascos ni a los sevillanos, que hay que compensar lo que piden ambas porque sobra aún mucho suelo libre y que no se puede perjudicar a las empresas que están en Astilleros desde hace muchos años.

Fedeme opina que el objetivo de la operación no puede ser sólo dar rentabilidad al Puerto, sino que sirva para relanzar a la industria sevillana y andaluza.

La patronal afirma que Tecade lleva desde 2012 pagando su canon al Puerto por operar en los Astilleros y ha demostrado su capacidad empresarial, lo que tendría que tenerse en cuenta.

Respecto a Gonvarri hay quien no acaba de creer que se vaya a hacer cargo de golpe de 180.000 metros cuadrados de los Astilleros, porque también dijo que se uniría a Tecade y no lo ha hecho y dijo que salvaría a Abengoa y tampoco lo hizo. Fedeme reitera que el Puerto no puede deslumbrarse con esa cantidad de metros cuadrados que al final pueden ser un espejismo y quedarse por el camino, y si se perjudica a Tecade el Puerto se puede ver al final sin ninguna de las dos. Este periódico intentó sin éxito hablar con ambas empresas.

La patronal apuesta por que sea la industria sevillana quien encabece en Astilleros el liderazgo de las empresas que construyen grandes estructuras para el mercado internacional del sector eólico y Oil & Gas y reitera que Gonvarri se puede instalar porque hay suelo de sobra.

Desde el sindicato CCOO de Sevilla, su secretario general de industria, Juan Antonio Caravaca, que ha vivido muchas asambleas de Astilleros en la torre, opina sobre la competencia Tecade-Gonvarri como la patronal: que una empresa no puede ocupar toda la superficie de Astilleros, que la concesión de terrenos debe hacerse desde una perspectiva global y que no se pueden paralizar proyectos que funcionan por planes que están en papel.

Cree que el Puerto ha hecho bien parcelando estos suelos para reactivar la actividad y señala que puede haber sitio para todos primando el proyecto industrial más sólido, con capacidad financiera más solvente. El sindicato pide que las empresas tiren de los 40 trabajadores jóvenes especializados en soldadura y montaje en paro tras el cierre de Astilleros. Sobre la construcción de barcos, Caravaca avisa de que "Sevilla mantiene intacta su capacidad de reactivar la fabricación de buques y lo que necesitamos es un potente inversor".

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