La juez envió a prisión al conductor estadounidense de 74 años que provocó un accidente mortal en la A-4, en el que murió la joven tenista Nadia Mechaala, de 20 años, tras haber dado positivo por anfetaminas en un análisis inicial. Una semana después del ingreso en prisión comunicada y sin fianza del conductor, otro juez -que sustituye a la titular del juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, Beatriz González, que se encuentra de vacaciones- acordó ayer la puesta en libertad del ciudadano norteamericano, aunque le ha impuesto unas severas medidas cautelares para evitar que el investigado pueda regresar a Estados Unidos y eludir la acción de la Justicia española.

El juez le ha impuesto en concreto, como medidas cautelares, la obligación de comparecer  apud acta una vez al día en los juzgados sevillanos, así como la retirada del pasaporte y la prohibición de abandonar el territorio español mientras se instruye la presente causa. 

La defensa del conductor pidió su puesta en libertad y el juez dio traslado a la Fiscalía de Sevilla, que fue la que solicitó la excarcelación siempre y cuando se adoptaran unas medidas cautelares importantes como las que se han dictado. 

La familia de la víctima anunció ayer a este periódico que, en principio, no van a recurrir el auto de libertad acordado por el juzgado, porque lo que desean es que el proceso judicial avance "con rapidez y agilidad", si bien lamentó que a pesar de estar personados como acusación particular en la causa no les hayan dado traslado del auto de libertad. "Queremos que no se escape, que no se vaya de España, y que sea juzgado en España", aseguraron fuentes familiares, que recordaron que las redes sociales se han movilizado para que se haga Justicia en este caso.

Tras el accidente, el conductor fue sometido a las pruebas pertinentes de alcoholemia y de detección de otras sustancias tóxicas. El norteamericano dio negativo en alcohol, pero positivo en anfetaminas, por lo que el abogado de oficio que lo atendió tras su arresto solicitó a la juez instructora que se le tomara una muestra de sangre para descartar que no se trate de un falso positivo, puesto que el conductor niega el consumo de estas sustancias -aunque admitió haber tomado ese día una medicación que le prescribió su médico- y la prueba del drogotest ya ha dado algunos errores en otras investigaciones judiciales recientes, el último el del conductor detenido por el atropello mortal el pasado 22 de febrero en la ronda de Pío XII, que dio positivo en cocaína y posteriormente los análisis realizados por el Instituto de Toxicología sobre las muestras de sangre descartaron la ingesta de sustancias estupefacientes.

En el caso del ciudadano estadounidense, el juzgado está a la espera del resultado de las pruebas remitidas al Instituto de Toxicología, así como de una ampliación del atestado que está elaborando la Guardia Civil.

El accidente en el que murió Nadia Mechaala se produjo sobre las 14:30 del pasado 18 de julio. La joven y su novio, que viajaban en un Volkswagen Polo, se hallaban detenidos en una retención que se estaba produciendo a la altura del punto kilométrico 547 de la A-4, en las inmediaciones de Palmas Altas, antes de los desvíos de la ronda SE-30.

En ese momento, el vehículo fue embestido por un BMW 318, conducido por el estadounidense de 74 años, originario de Kansas City, que se encontraba de viaje de turismo con su mujer. El matrimonio había alquilado el coche en Lisboa, donde aterrizó el 12 de julio, y tras una estancia en Marruecos se dirigía a Sevilla.

El conductor del BMW impactó por detrás contra el coche en el que iba Nadia y la chica, una promesa del tenis, murió en el acto a causa del tremendo impacto.

En el accidente se vio implicado además un tercer vehículo, lo que provocó que varias personas resultaran heridas y tuvieran que ser trasladadas a los hospitales Virgen del Rocío y Virgen de Valme por el servicio de emergencias sanitarias del 061.

La investigación inicial del siniestro, como suele suceder cuando se produce en vías interurbanas, correspondió al equipo de atestados de la Guardia Civil de Tráfico, que procedió a la detención del turista estadounidense, imputado por un delito de homicidio imprudente.

El hombre pasó a disposición del juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, que ha abierto las diligencias previas para esclarecer las circunstancias que han rodeado este accidente y que interrogó al conductor, en calidad de investigado. El estadounidense sostuvo en su declaración que había estado conduciendo todo el día hasta que se despistó mirando los carteles de dirección e impactó contra el vehículo de la víctima. También aseguró que circulaba a unos 80 kilómetros por hora y que ese mismo día había tomado una medicación que le había recetado su médico.

El informe inicial de la Guardia Civil confirmó que el BMW no frenó, ya que no había ninguna marca de frenada en el lugar del accidente.