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Llegan los toldos a la Plaza del Pan a cinco días de que acabe agosto

  • Las lonas que se han colocado son de mayor superficie que las que se desmontaron el 16 Urbanismo culpa del error a Martín Casillas y a Tolder

La sombra por fin ha llegado a la Plaza de Jesús de la Pasión (vulgo la del Pan). A cinco días de que acabe agosto y a menos de un mes de que finalice el verano, este enclave tan transitado cuenta ya con los toldos que debieron estar colocados a principios de julio. Una obra que, a simple vista, parecía sencilla pero que en su ejecución se ha sometido a una continua carrera de obstáculos. Las lonas que se instalaron ayer son de mayor superficie que las previstas en principio, las cuales dejaban pasar demasiado sol, lo que provocó que la Gerencia de Urbanismo las descartara pocas horas después de haber sido colocadas. El balance más positivo que hace el Ayuntamiento y los comerciantes de la zona después de tantos contratiempos es que el próximo año la Plaza del Pan quedará ya incluida en el contrato de entoldado que se hace para el centro de la ciudad. Una petición que se gestionó a mediados de la década de los 90.

No existen registros al respecto, pero con toda probabilidad la Plaza del Pan batirá récords en cuento a tardanza en colocar toldos para evitar el sol en verano. Ha sido un 26 de agosto cuando los toldos definitivos han aparecido en este enclave, situado en el cruce de los ejes verticales y perpendiculares del casco antiguo. Las lonas que darán sombra hasta octubre son de mayor superficie que las que se colocaron el pasado día 16, aquellas que -a pesar de que sólo cumplieron su función durante dos horas- recibieron el sobrenombre de lonas tanga por su aspecto. "No se adecuaban al proyecto aprobado por la Gerencia", refieren técnicos de Urbanismo.

La Gerencia de Urbanismo hace responsable de la equivocación a Martín Casillas y a Tolder, la compañía subcontratada. "Ninguno de los técnicos teníamos constancia de las lonas que se iban a poner hasta el día 16. Todos pensábamos que se ajustaban a las diseñadas en el proyecto de entoldado de la Plaza del Pan, que sólo dejan una mínima separación entre las piezas triangulares", detallaba ayer una responsable de Urbanismo, quien, al ver las anteriores lonas, dio la orden para que se retiraran.

Las que se colocaron ayer son de mayor dimensión, por lo que aportan más sombra. Ahora la separación entre los 12 toldos que cubren los módulos de hierro levantados al efecto (cuatro por cada uno) es de 30 centímetros, cuando con los anteriores se llegaba a los 80. A diferencia de aquéllos, los que se colocaron ayer no están tan tensados, sino que presentan cierta curva, lo que garantiza que, en caso de viento fuerte, tengan mayor resistencia. Los encargados de instalarlos aclararon a este periódico que resulta fundamental dejar cierta separación entre las lonas para reducir la fuerza del aire y que el agua no se estanque cuando llueva.

Los nuevos toldos están fabricados con un tejido microperforado e ignífugo. "No es una tela opaca, por lo que se puede seguir contemplando a través de ella la trasera del templo del Salvador", referían ayer los responsables de Tolder, empresa subcontratada por Martín Casillas -adjudicataria de la obra- para el entoldado. Operarios de esta compañía explicaron ayer que las piezas que se descartaron el día 16 ya se emplean en otras zonas de la ciudad y en muchas terrazas. Sin ir más lejos, en la propia Plaza del Pan hay algunos inmuebles que las poseen en el ático. "El error fue del proveedor al suministrarlas", insisten desde esta empresa.

El vicepresidente de los comerciantes del casco antiguo (Alcentro), José Guillermo Caballero, resta importancia a los "percances" que han tenido las obras y se queda con lo mejor: "Al fin, el próximo año, estaremos incluidos en el contrato de entoldado del centro, algo que llevamos reclamando desde 1994".

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