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Sevilla

La Policía interviene en 29 casos de absentismo escolar

  • En 22 de ellos se ha corregido la situación, mientras que en siete persiste la falta a clase

Además de perseguir el fraude en la escolarización, una de las tareas más complejas a las que se enfrenta la unidad de la Policía Nacional adscrita a la comunidad autónoma de Andalucía es acabar con el absentismo escolar de los alumnos. El Área de Protección del  Menor (Aprome) tiene encargada esta misión. Durante los primeros seis meses de este año ha intervenido en 29 casos, todos ellos en el Polígono Sur, donde la falta a clase de los niños supone un problema social, de ahí que estos barrios de Sevilla cuente con un programa especial de vigilancia, en coordinación con el comisionado de la zona.

De los 29 casos en los que se ha intervenido durante el primer semestre, sólo siete se han confirmado como absentismo escolar, pues en los otros se corrigió esta situación. De estos siete, por ahora, el Fiscal de Menores no ha abierto procedimiento en ninguno de ellos. Los casos de absentismo se han reducido más de un 60% en Sevilla los últimos años.

 

Durante el horario escolar, los agentes realizan patrullas preventivas para localizar a los niños que están fuera de clase. En caso de que se encuentren con un familiar u otra persona mayor de edad se le pide un justificante por su falta al colegio. Para calificar un caso como absentismo escolar, un alumno de Primaria debe haberse ausentado -sin justificación- cinco jornadas lectivas al mes. Si el estudiante es de Secundaria (hasta los 16 años), la ausencia para denunciar a los padres por absentismo debe ser de 25 horas lectivas mensuales. 

 

Cuando los agentes tienen constancia de que un menor falta de forma reiterada a clase sin justificación, se ponen en contacto con los padres o tutores del alumno. Aquí llega el momento de la mediación. "Se trata, en muchas ocasiones, de charlas concertadas con el comisionado. Antes que nosotros, en la mayoría de los casos, son los técnicos especializados los que han hablado con las familias para convencerles de la necesidad y obligación de que sus hijos vayan a la escuela. En caso de que estas reuniones no den fruto, se recurre a la Policía, cuya advertencia sobre un posible delito alerta a los padres y les hace entrar en razón", explica Antonio Burgos, jefe de la Aprome. 

 

Después de años de trabajo, se ha comprobado que uno de los días en los que más solían faltar los niños a clase en el Polígono Sur son los jueves, jornada en la que se celebra el mercadillo de las Tres Mil Viviendas. "Muchos padres tienen que montar el puesto a las siete de la mañana, por lo que se llevan a sus hijos con ellos al no tener con quien dejarlos. Después carecen de tiempo para llevarlos al colegio", recuerda Burgos. 

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