Sevilla

La fémina de la glorieta de Luis Montoto recupera la cabeza

  • Los restauradores estuvieron ayer encajando el modelo del que sacarán la pieza definitiva

Un primer paso para la recuperación integral. La escultura femenina de la glorieta de Luis Montoto, en el Parque de María Luisa, contará pronto con una nueva cabeza después de que los restauradores ultimaran ayer el modelo sobre el que se sacará la pieza definitiva. Este espacio, muy próximo a la Plaza de España, es uno de los más vandalizados del parque. La cabeza de la escultura fue destrozada en el año 2013 y desde entonces ha permanecido decapitada. La intervención que realiza la empresa Metis Conservación y Restauración también conlleva, además de la recomposición de la figura, la reposición de las piezas cerámicas del mural y la fuente. El coste de la intervención impulsada por la dirección general de Medio Ambiente y Parques y Jardines de la delegación e Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento asciende a 11.347 euros.

La restauración de la escultura comenzó en la mañana de ayer con la prueba de la pieza intermedia, como explicó a este periódico Raúl Pérez, modelista y vaciador: "Hemos estado encajando y ajustando la cabeza. Modelando directamente allí. A partir de ahora trabajamos en el taller para sacar la pieza definitiva en un material rígido". En estros trabajos también han estado presentes Pilar Soler, directora de Metis, y Antonio Hermosilla, especialista en cerámica.

La glorieta de Luis Montoto fue inaugurada el 1 de marzo de 1959 y está situada al lado de la glorieta de los Lotos y entre las de Bécquer y Luca de Tena. Sus motivos principales lo constituyen un liviano estanque en el que se puede ver una figura femenina recostada delante de un gran mural cerámico calado en tonos azules y verdosos que le sirven de fondo, todo rematado por un reloj realizado en el mismo material. Cuenta con varios surtidores de agua. Su autor, Emilio García Ortiz, nació en Sevilla en el año 1929. Realizó estudios universitarios y fue profesor de modelado en la escuela de Artes Aplicadas. Después continuó como profesor de escultura y cerámica en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla. Fue nombrado Trianero de Honor y recibió la medalla de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. De estética postmodernista, el material con el que más trabajó fue el barro cocido y policromado. Fue uno de los grandes innovadores de la cerámica sevillana de los años 60 y 70. En su obra realzó los conceptos estéticos de las vanguardias centroeuropeas, los llevó a la escultura y los fusionó con la cerámica tradicional.

Esta restauración forma parte de la recuperación de los jardines históricos emprendida por el Ayuntamiento.

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