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Las lluvias en Sevilla salvan un año seco en la cuenca del Guadalquivir

  • La provincia cierra el año hidrológico con un 26% más de precipitaciones que el ejercicio anterior y sus embalses se sitúan hasta ocho puntos por encima que la media de la cuenca

El año hidrológico 2015-2016 ha seguido la tendencia del anterior y ha vuelto a ser más seco de lo normal, aunque las lluvias caídas en Sevilla y en Huelva han conseguido salvar esta situación, gracias, principalmente, a las precipitaciones que cayeron en abril y mayo.

En total, del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016 cayeron en los embalses ubicados en la provincia de Sevilla 628 litros por metro cuadrado, casi un 25% más que en el ejercicio 2014-2015 y sólo dos puntos por debajo de la media histórica de los últimos 25 años, según datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CGH).

Estas precipitaciones también han mejorado la situación de los embalses de la provincia, que se encuentran a poco más de la mitad de su capacidad (56,65%), con 541,67 hectómetros cúbicos. A pesar de no ser un dato alto, éstos se encuentran por encima de la media de los embalses de la cuenca del Guadalquivir, al 48,36% de su capacidad, que incluye también los pantanos de Huelva, Granada, Córdoba, Jaén y Ciudad Real.

No todos los embalses que se encuentran en Sevilla abastecen a la capital y al área metropolitana. Si se tiene en cuenta sólo los pantanos que suministran agua a esta zona (41 municipios), la situación es bien distinta. Según la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla (Emasesa), si se produjera un periodo de sequía, Sevilla tendría garantizado el abastecimiento de agua hasta la primavera de 2020.

La explotación desde el pasado julio del pantano de Melonares y las reservas de agua procedentes de las abundantes lluvias caídas en 2013 hacen que Sevilla viva uno de los periodos más óptimos en cuanto al nivel de sus embalses. Éstos se encuentran al 81,5% de su capacidad, según los datos contabilizados hasta el día de ayer. De las seis presas que abastecen a Sevilla capital y al área metropolitana, dos se encuentran situadas en la provincia de Huelva.

El Gergal, en el término municipal de Guillena, es el embalse que presenta una mejor situación actualmente, al 88% de su capacidad, aunque también es el más pequeño, con 35 hm3. Le sigue Melonares, en el río Víar, al 86,7%; y Aracena y Zufre, ambos en Huelva, se encuentran al 84% y al 79,7%, respectivamente. La Minilla, en la cuenca del río Rivera de Huelva, y el de Cala, gestionado por Endesa, son los que menos agua tienen, situándose al 78,4% y al 65,8% de su capacidad.

La precipitación media registrada en los embalses de la cuenca del Guadalquivir, por otro lado, es de 532 litros por metro cuadrado. Esto supone un 9% menos que la media histórica de los últimos 25 años, que se sitúa en 583 litros por metro cuadrado, de ahí que los expertos hayan calificado este año hidrológico como seco. Sin embargo, si se compara con el ejercicio anterior (2014-2015), se observa que la pluviometría registrada en los embalses de la cuenca durante ese periodo fue de 454 litros por metro cuadrado. Esto supone que en el año hidrológico que finalizó el pasado 30 de septiembre llovió un 17% más que el anterior.

Las aportaciones a los embalses han sido sensiblemente inferiores a la media histórica, debido a la distribución espacial y temporal de las lluvias, según apuntan desde la CHG.

Los embalses de la cuenca del Guadalquivir (que incluye Sevilla, Huelva, Córdoba, Granada, Jaén y Ciudad Real) han cerrado el año hidrológico al 48,6% de su capacidad, con 3.943 hectómetros cúbicos de agua almacenada, un 11% menos que hace un año, según los datos aportados por el Servicio Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

La pluviometría registrada en todas las provincias ha sido inferior a la media histórica, aunque sólo en Huelva y Sevilla, la precipitación registrada se ha aproximado a la media, mientras que en Ciudad Real y Granada apenas se ha superado el 70% del valor medio.

Aunque el otoño de 2015 comenzó con un mes de octubre con unas precipitaciones por encima de la media, le siguieron meses muy secos, sobre todo diciembre, cuando la pluviometría registrada sólo fue de 10 litros por metro cuadrado. Las precipitaciones registradas durante los pasados meses de abril y mayo, sobre todo éste último, permitieron remontar la situación de déficit de lluvias que se venía registrando a lo largo de todo el año y posibilitó igualar prácticamente la media de los 25 últimos años hidrológicos.

A pesar de que los meses de junio, julio, agosto y septiembre han sido especialmente secos y con temperaturas más altas de lo normal en la cuenca, la campaña de riego se ha desarrollado con normalidad atendiéndose plenamente las demandas de las distintas zonas regables, aunque se han registrado problemas puntuales en la campiña sevillana debido al agotamiento de la reserva en los embalses de la zona", según confirman desde la CHG.

Dada la práctica ausencia de lluvias durante el mes de septiembre, y tal y como se contempló en los acuerdos de la comisión de desembalse celebrada en el mes de abril, se ha prolongado la campaña de riego hasta el 15 de octubre para aquellas zonas regables que no han consumido las dotaciones autorizadas y que así lo hayan solicitado.

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