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Los tres mosqueteros eran dos

  • Intercambio. Un médico francés que trató a Guardiola explica en Sevilla el modelo de Montpellier del deporte como herramienta de integración social de minorías excluidas

EL deporte para todos, la salud para cada uno. Christian Bénezis, un francés del Rosellón, nacido cerca de Perpiñán, que revolucionó el deporte en la ciudad de Montpellier, le da la vuelta a la frase que inmortalizó D'Artagnan en la novela de Alejandro Dumas. Su mosquetero particular es Javier Ros, su anfitrión en la jornada sobre el Deporte como herramienta de educación social que ayer se desarrollo en el Aula de Grados de la Facultad de Ciencias del Trabajo.

Montpellier se hermanó ayer con localidades como Dos Hermanas, Alanís o Ayamonte, cuyos modelos deportivos ocuparon buena parte de las ponencias. Cecilio Fuentes de la Fuente es un alcalde singular. Estudió Edudación Física y aplicó sus conocimientos cuando hace ocho años se convirtió en regidor de Alanís. "Eres un modelo a seguir", le dice Sergio González, concejal de Deportes de Mairena del Alcor, municipio donde ochenta niños participan en la Escuela de Atletismo. El legado de Miguel Ángel Gómez Campuzano, el joven atleta alcoreño que murió en accidente de tráfico en puertas de cumplir los 25 años.

Ayamonte, crisol de culturas deportivas. Deportes en la frontera para tender puentes de los que hablaron José Luis Rúa y José Antonio Fernánez Susino, gerente del Patronato Municipal de Deportes del municipio. Cuando empezó, Ángeles Prada firmaba sus proyectos con la inicial de su nombre y el apellido para que pensaran que era un hombre. La mujer estaba excluida de esta disciplina científica. Hoy es una referencia nacional e internacional que desarrolló su trabajo en el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla y las ciudades de Dos Hermanas y Alcobendas.

Dice cosas tan juiciosas como que "hay padres que se gastan 120 euros en unas zapatillas para sus hijos y no se gastan 30 euros en un reconocimiento médico" o que "muchos ayuntamientos, patronatos y distritos tienen los servicios médicos para cubrir el expediente". Insiste en la fórmula de los mosqueteros, el binomio de salud y deporte. "Llega alguien con dolor de espalda y le dicen: nade; o a una persona con sobrepeso la ponen a correr y tiene problemas en la rodilla".

Paloma es estudiante de medicina y saltadora de pértiga, y lamenta que haya desaparecido del MIR la especialidad de medicina deportiva. Tampoco figura, denuncia Ángeles Prada, la medicina del deporte en la Ley del Deporte Andaluz. Un joven profesor de Edudación Física del IES Salvador Távora de Amate y Rochelambert denuncia la "vergonzante" participación del alumnado en su asignatura. "Vergonzante para la Administración".

Puede ser válido el modelo de Montpellier, que lleva el epígrafe de Deporte, Salud y Tejido Social. "Padres que no tienen trabajo, madres musulmanas o gitanas, hijos que a través del deporte se integran en el colegio, empiezan corriendo y terminan por leer y estudiar". Lo dice en un español correctísimo que aprendió de alumnos españoles que iban a sus clases de Medicina Deportiva en Montpellier cuando la especialidad no existía en España.

Fue campeón de Francia de 1.500 metros y una lesión en el talón de Aquiles le impidió participar en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, el mismo año en que desde Montpellier partió Santiago Carrillo en su famosa odisea de la peluca para cruzar la frontera con el millonario Teodulfo Lagunero como copiloto.

Hay vida más allá del fútbol, de esos "millonarios en canzoncillos", como dice desde el publico un entrenador de atletismo. Bénezis dice que el fútbol es una de las 65 actividades deportivas que se practican en Montpellier. El equipo local ganó la Liga en 2012 sin figuras de relumbrón. Cuando ganó la Copa de Francia en 1991, Christian Bénezis era el médico del equipo. "También estuve de colaborador del Barcelona y en una ocasión viajé para atender a Pep Guardiola de una lesión muscular cuando era futbolista".

Tomó por tradición recibir con su mujer cada año nuevo en Sevilla, ciudad en la que ha sido conferenciante y donde trabajó con un programa de la Unión Europea. Vino a ver el Mundial de Atletismo de Sevilla, agosto de 1999: "El Instituto Francés me buscó una casa en el barrio de Santa Cruz donde había vivido el torero Paco Ojeda".

Un francés de Montpellier en Sevilla y un sevillano que trabajó en Montpellier, Javier Ros Pardo. "Somos dos locos indignados", dice Ros, del comité organizador de la jornada, coautor con Lola Limón del Manual de Buenas Prácticas de Deporte para todos y desarrollo humano en el municipio, un libro de equipo que se presentó al final.

El deporte para todos es una respuesta a una sociedad más exigente y también, como recuerda la doctora Pradas, más envejecida. Alguien del público critica el deporte de "grandes gestas y obras faraónicas" como ese estadio donde no hubo más mundiales de atletismo y hasta el récord que batió Michael Johnson cayó en Río.

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